La admiración y el fanatismo a actores y actrices es tan antigua como el cine. En muchas ocasiones el seguimiento de su trabajo en la gran y pequeña pantalla puede dejar paso al amor platónico y, en el peor de los casos, a la obsesión. Precisamente esta deriva de algunos fans ha dado lugar a numerosos casos de acoso a actores.
Si dar con un fanático siempre ha sido perturbador e intimidante para las víctimas, desde la existencia de las redes sociales el problema se ha intensificado y los intentos de comunicarse con los actores o actrices pueden ser insostenibles, por lo que muchos de ellos optan por la orden de alejamiento y la denuncia pública.
Desde Jennifer Lawrence hasta Colin Farrel, mensajes de texto inapropiados, persecuciones en la vía pública, llamadas a amigos y familiares e incluso allanamientos de morada. Son solo algunos de los momentos que han tenido que enfrentar actores y actrices que, para su desgracia, se acabaron convirtiendo en los mayores ídolos de sus obsesivos fans.
Podría decirse que los casos de acoso a actores son el lado oscuro de la fama. Fans enloquecidos que traspasan todos los límites e intentan acceder a la vida íntima de actores que acaban temiendo por su seguridad personal.
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