Me siento extraña (Enrique Martí Maqueda, 1977). Laura es una pianista que abandona su hogar debido a los malos tratos de su marido. Cuando conoce a Marta, una vedette, deciden trabajar juntas. Desde el momento en que Laura se muda al chalet de Marta, empiezan las habladurías de los vecinos.
Rocío Durcal y Bárbara Rey protagonizaron una escena de sexo que se convirtió en un escándalo de la época.