Efemérides: los papeles más brillantes de Gloria Swanson

Esta noche o nunca (Mervyn LeRoy, 1931) | Swanson se mete en la piel de Nella Vago, una excelente cantante de ópera que tiene dificultades para expresar lo que canta. A pesar de su impecable voz, sus representaciones carecen de pasión y Nella es incapaz de mostrar amor mientras intepreta sus temas, pues nunca lo ha sentido. Todo cambia cuando conoce al apuesto Jim Fletcher, candidato ideal a ocupar su corazón.

La frágil voluntad (Raoul Walsh, 1928) | Su papel de Sadie Thompson le hizo obtener una nominación a los Oscar. La propia Swanson fue una de las productoras de este largometraje, gracias a la financiación de Joseph P. Kennedy, padre del futuro presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.

La intrusa (Edmund Goulding, 1929) | Uno de los papeles más destacados de Swanson y que le valió su segunda nominación a los premios de la Academia de Hollywood. Tal fue la repercusión de este film que Bette Davis y Henry Fonda realizaron un remake en 1937.

La reina Kelly (Erich von Stroheim, 1929) | Este largometraje es el último de Erich von Stroheim como director. La película aúna todo tipo de géneros como melodrama, erotismo y comedia y es una película que todo seguidor de Swanson debería ver en su vida.

El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950) | El clásico de los clásicos, que llevó a Swanson a lo más alto de su carrera tras unos años estado alejada de los focos mediáticos. Interpreta a Norma Desmond y cita una de las frases más icónicas en la historia del cine: «Cuando quiera, Sr. DeMille, estoy lista para rodar».

El cine mudo fue una época dorada para el séptimo arte, en la que surgieron algunos de los actores y directores más legendarios de la historia del cine. Entre ellos, se encuentra Gloria Swanson, una de las estrellas más importantes en este período. Hoy, se cumplen 40 años sin esta icónica actriz.

Swanson nació el 27 de marzo de 1899 y comenzó su carrera en el cine como extra. Coincidió con grandes de la época como Charles Chaplin. Poco a poco, fue ascendiendo hasta conseguir papeles principales y cotizarse como una de las actrices más demandadas y mejor pagadas de Hollywood. De hecho, tuvo uno de los sueldos más grandes que ha tenido jamás un actor en la industria del cine.

A partir de los años treinta, con el surgimiento del cine sonoro, la figura de Swanson quedó relegada a un segundo plano. No fue hasta los cincuenta cuando Billy Wilder volvió a ponerla en pantalla grande en El crepúsculo de los dioses. Su última aparición en pantalla fue en el film Aeropuerto 75, donde dejó plasmada su trayectoria tan versátil.