Jackie Coogan. Puede considerarse la primera estrella infantil de Hollywood. Apareció junto a Chaplin en El chico y desde entonces no pararon de ofrecerle contratos millonarios. No paró de trabajar y sin embargo, acabó arruinado por su propia familia y su asesor financiero. Cuarenta años después se convertiría en Fétido de la familia Addams.

Su caso dio lugar a la Ley para la protección de los actores menores de edad de Estados Unidos, aún vigente.

Freddie Bartholomew. Ha aparecido en títulos tan conocidos como Ana Karenina o Capitanes intrépidos, sin embargo, su primer protagónico fue en 1935 en David Copperfield.

Freddie fue abandonado por sus padres al nacer, pero al enterarse de su éxito en la gran pantalla no tardaron en comenzar numerosas batallas legales para recuperar su custodia interesadamente.

Judy Garland. Mayormente reconocida por su papel en El mago de Oz, también se labró una carrera como cantante infantil. Años después se supo que su éxito en el mundo del espectáculo escondía una adicción a las drogas y el alcohol, incluso que estudios de Hollywood llegaron a suministrárselas.

Diana Serra Cary. También conocida como Baby Peggy, rodó su primera película con solo 9 meses. Playmates fue su primer gran éxito, en 1921. Llegó a hacer 150 cortometrajes en solo 3 años y acumuló millones de euros, pero se arruinó en solo 100 años.

De adulta se convirtió en una de las grandes activistas por los derechos de los niños actores.

Henry Thomas. Su cara está en la memoria de todos porque dio vida al inolvidable niño de E.T. Puede considerarse un juguete roto ya que, a pesar del incontestable éxito de su papel y ser una de las películas más repetidas, cobró el mínimo por esta película y no supimos más de él, excepto un incidente con la policía por conducir borracho.

Joselito. En el terreno nacional también se conocen varios casos, uno de los más destacados es el de Joselito. Niño prodigio donde los haya cosechó grandes éxitos como actor y cantante en la gran pantalla.

Debutó en el cine en la película El pequeño ruiseñor (1957), de Antonio del Amo. «Pasé de la miseria a la riqueza, pero otros se enriquecieron más que yo», confesó en una entrevista.

Años después también confesó que le habían robado mucho dinero y que se arrepentía de la infancia que había tenido, y le llevó a tener varios intentos de suicidio.

Shirley Temple. Se convirtió en un auténtico icono de Hollywood y cuenta con más de 40 títulos en su filmografía, aunque algunas de ellas ya de adulta, cuando reveló que siendo niña, su madre le leía los guiones para dormir, y fue sometida a exigencias impropias de su edad.

Jackie Cooper. Fue el primer niño en convertirse en candidato al Oscar,  por la exitosa Skippy en 1931. Wallace Beery, actor adulto, se convirtió en su pareja artística durante años. Después el propio Cooper explicó que Beery había sido violento y cruel con él cuando era pequeño y trabajaban juntos. 

Tatum O’Neal. Fue la primera actriz infantil en ganar el Oscar, pero ha confesado que su éxito prematuro en Hollywood le «arruinó la infancia». Confesó recientemente a través de su cuenta de Instagram que de niña fue abusada sexualmente en varias ocasiones 

Brooke Shields. Uno de sus títulos más recordados es La laguna azul, pero como niña y adolescente cosechó numerosos éxitos que escondían una vida trágica y las dudosas decisiones de su madre respecto a su carrera.

El fotógrafo Gary Gross la fotografió completamente desnuda con solo 10 años para la revista Little Woman con el consentimiento de su madre. Cuando su imagen fue republicada en Playboy salió a la luz una infancia explotada y se cuestionó si su progenitora abusaba económicamente de ella.