La trampa del carrusel. William Easton debe elegir salvar a dos de sus seis empleados. Todos están en un carrusel y debe apretar un botón cada vez que la persona que quiera salvar pase por delante, pero cuando lo haga, unas cuchillas se irán clavando en sus manos.
Si William no aprieta el botón una pistola mata violentamente a quien tiene en frente.
La ofrenda de carne. Eddie y Simone, dos banqueros que exprimen a sus clientes, deben ir colocando la mayor cantidad de carne posible en una balanza para salvarse, para hacerlo cuentan con dos cuchillos.
A medida que pasa el tiempo un mecanismo aprieta sus sienes y se salvará el que mayor carne ponga.
La trampa del ácido. William se enfrenta a la familia del hombre al que no atendió por motivos económicos y acabó falleciendo.
La familia debe decidir si dejarle vivir, pero finalmente opta por dejar que muera. Unas jeringuillas de ácido se introducen en la espalda de Will y vemos como se disuelve, una de las escenas más explícitas de la serie.
La trampa del ángel. Allison se encuentra colgada de unas cadenas mientras un dispositivo se encuentra enganchado en sus dos costados. Si no consigue la llave el mecanismo se abrirá y la arrastará con él. La llave está en un bote de ácido.
La trampa de la máscara. Michael tendrá que extirparse un ojo en dos minutos para acceder a una llave que hay en su interior. La llave abre una máscara con afiladas puntas metálicas que rodea su cabeza y podría atravesarla si no lo consigue.
Trampa invertida. Una de las más recordadas de la saga. El dispositivo se coloca en la boca de la víctima, pero funciona como una trampa para animales invertida que puede abrirse en cualquier momento, el resultado podéis imaginarlo.
Esta trampa aparece varias veces en distintas entregas y dos personajes consiguen librarse de ella superando pruebas macabras, pero finalmente hace su trabajo.
La trampa de la silla con cuchillos. Se trata de la primera trampa realizada por Jigsaw y aparece a través de un flashback.
Cecil Adams, un atracador, se encuentra colocado en una silla frente a una hilera de cuchillos. Para salvarse debe pasar la cara por las afiladas cuchillas o morirá desangrado por las heridas que Jigsaw le había hecho en sus manos.
La trampa de el potro. Timoth se encuentra atado a un dispositivo que comienza a retorcer y girar 360 grados sus extremidades.
Jeff, cuyo hijo murió por su culpa puede salvarle, pero debe alcanzar una llave frente a una escopeta que podría darle un balazo.
La trampa de las jarras del sacrificio. Brit y Malick son los únicos supervivientes de Saw V. Ahora tendrán que llenar una jarras con 5 litros de su sangre, una prueba que estaba pensada para todos.
Ahora deberán utilizar varias sierras mecánicas que se encuentran dentro de un mecanismo de succión. Nos ofrece una de las escenas más gore de toda la saga. Además, se dan cuenta de que podrían haber superado las pruebas sin que nadie muriera.
La trampa del ataúd de cristal. El detective Strahm decide confiar en lo que le dice una cinta e introducirse en un ataúd de cristal, pero tras una pelea con Hoffman decide meterle a él pensando que moriría ahí.
Sin embargo, las paredes móviles de la habitación se empiezan a cerrar sobre él, y mientras Hoffman se salva, él muere completamente aplastado.
La última entrega de la saga, Saw X, se sitúa entre los acontecimientos que sucedieron en Saw I y Saw II. Kevin Greutert, que dirigió Saw VI y Saw 3D, vuelve a encargarse de la dirección en este nuevo episodio de la franquicia.
Tras diez películas de la franquicia, repasamos las 10 pruebas más macabras de la saga.
© REPRODUCCIÓN RESERVADA