Jordi Sánchez debuta en la dirección con ‘Alimañas’, una comedia negra: "Escribo, dirijo y actúo. Por suerte, ahí estaba Pep”

Alimañas

El actor y guionista Jordi Sánchez debuta en la dirección cinematográfica con una comedia negra: Alimañas, la historia de dos hermanos “algo cobardes, algo infelices y bastante mezquinos”, según sus propias palabras.

A estos dos personajes, hilarantes a la par que desagradables, les une la ambición por heredar un edificio propiedad de su anciana y moribunda madre: “Es más mala que un dolor. Y encima con unas vecinas que no se lo van a poner nada fácil. Lo que digo: una comedia para todos los públicos”, explica Jordi Sánchez, en un descanso del rodaje de La que se avecina, porque ni mucho menos ha aparcado su faceta interpretativa, de hecho, también es el protagonista de este filme. “Siempre he escrito las obras pensando en asignarme uno de los personajes. Así empecé, escribiendo mis propios textos: ‘Si nadie me llama, me llamaré yo mismo’. Pero tuve suerte y me llamaron para trabajar como actor. Así que seguí escribiendo para los demás. Las disfrutaba igual. El caso de Alimañas es un yo me lo escribo, lo dirijo y lo actúo. Por suerte, ahí estaba Pep”.

Habla de su inseparable dupla creativa, Pep Antón, el también actor y dramaturgo junto al que lleva dos décadas firmando obras de teatro y escribiendo personajes como este, algo mediocres y a veces oscuros. Juntos no han parado de escribir teatro desde que, siendo ya amigos, una productora les encargó un texto.

A sus espaldas están Hoy no cenamos, El eunuco, Asesinos todos, y también Mitad y mitad, que acabó originando el guion de Alimañas. “De ahí nace todo. La obra funcionó maravillosamente en Barcelona, luego estuvo en Madrid con Pepón Nieto, Fernando Tejero y Paco Tous. También se estrenó en la mayoría de países latinoamericanos, pero en la obra sólo aparecen los dos hermanos”, recuerda.

“El guion ha supuesto empezar otra vez a escribir y mantener la esencia”. Jordi Sánchez no sólo repite con Pep Antón. Está claro que, si algo sabe, es rodearse de un buen equipo y algunos amigos. El reparto lo completan Carlos Areces, como su principal contrapunto, y las brillantes Loles León, Carmina Barrios, Pilar Bergés y también Silvia Abril, posiblemente, su pareja interpretativa más longeva: han sido hermanos, recién divorciados… y ahora matrimonio.

Les une trabajo y amistad. Con ella coincidió, claro, en La que se avecina, donde Sánchez interpreta a uno de sus personajes más populares, además de intolerante, infantil, homófobo, estomagante… El mayor antagonista del actor, un perfil que ha acogido varias veces en su carrera y similar al protagonista de Alimañas.También un regalo como personaje: “Un día llegó Antonio Recio, xenófobo, intransigente y carente de virtudes en general: un bombón de personaje y un saldo de persona”, comenta. “Un papel te lleva a otro y así terminé haciendo el ser más detestable de Entrevías. Es la maravilla de la ficción, te permite jugar a serlo todo sin ser nada de ello”.

Con una carrera más que consolidada en el género, Jordi Sánchez se estrena en la dirección con una comedia negra que desafía la tendencia reciente de recuperar líneas básicas que huyen del humor sofisticado. “Mi primera obra, Krampack, de la que Cesc Gay hizo una película más tarde, ya era una dramedia”, explica. “Mi objetivo ha sido siempre crear personajes e historias que me interesan. El hecho de haber podido sostenerme como actor me ha permitido escribir lo que deseaba sin pararme a pensar si eso gustaría o estaba de moda.  Tuve la inmensa suerte de que el teatro que escribí funcionó. A ver la peli. De momento, estoy feliz, a la gente le encanta”.

© REPRODUCCIÓN RESERVADA