La guerra que envuelve a la que fuera pareja de cuento de Hollywood, Brad Pitt y Angelina Jolie, sigue abierta. Aunque las estrellas formalizaron su divorcio en 2019, el actor ha interpuesto una demanda contra su ex mujer por una de sus propiedades en común, la bodega francesa Château Miraval, especializada en la producción de vinos rosados finos. Y ahora la suerte del caso parece decantarse decididamente a favor de la estrella, que ha sido acusada públicamente en repetidas ocasiones de maltratar física y psicológicamente a sus hijos.
La actriz vendió su parte de la prestigiosa finca de 500 hectáreas en Provenza al empresario ruso Yuri Shefler. Pero, según Pitt, su ex mujer ya había acordado venderle su 50 por ciento y supuestamente urdió la venta sin su conocimiento, con el único fin de vengarse.
El juez acusa ahora a Angelina Jolie de haber firmado e incumplido ocho acuerdos de confidencialidad durante su matrimonio, entre ellos uno relacionado con la venta de Château Miraval.
En concreto, la actriz se comprometió a no divulgar ningún detalle a la prensa sobre los supuestos abusos físicos de Brad Pitt a sus hijos, incluida la infame bofetada en Francia en 2016 a su hijo adoptivo Maddox. El episodio provocó entonces el irrevocable y definitivo fin del matrimonio.
La estrella de Maléfica, por su parte, habló extensamente del incidente a la prensa, describiendo a su exmarido como un hombre violento y propenso a actitudes opresivas y punitivas. Cabe señalar que Brad Pitt ya ha renunciado a la custodia compartida de los niños, que fueron entregados a su madre durante el tormentoso proceso de divorcio.
Ahora es cada vez más probable que el pleito por la venta de la bodega en Provenza se decante a favor del oscarizado actor de Érase una vez en Hollywood, de Quentin Tarantino. Pero es sin duda un triste epílogo para lo que a los ojos del mundo parecía a todos los efectos una historia de amor de cuento de hadas.
Fotos: Axelle/Bauer-Griffin (Getty Images)
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