Caída libre, la nueva película de Laura Jou (que debutó en el largometraje en 2019 con La vida sin Sara Amat), narra la historia de una controladora y exigente entrenadora nacional de gimnasia rítmica que, incapaz de lidiar con su propia dolorosa experiencia personal, traslada su frustración a las gimnastas.
Protagonizada por Belén Rueda (El orfanato, El cuerpo, El pacto), la película cuenta con la producción de J.A. Bayona (Lo imposible, Jurassic World: El reino caído) y su productora de confianza Belén Atienza. Se rodó entre febrero y marzo en Barcelona y actualmente se encuentra en proceso de postproducción. Completan su reparto Irene Escolar (Tenéis que venir a verla, Competencia oficial), Manuela Vallés (Culpa) e Ilay Kurelovic (La noche de 12 años).
Según sus responsables, se trata de un filme emocionalmente tenso y complejo, sobre los límites del poder y el sacrificio. Tal como reza su sinopsis, Caída libre cuenta la historia de Marisol, entrenadora nacional de gimnasia rítmica, metódica, exigente y autoritaria. Se acerca el Campeonato del Mundo y ella deposita todas sus esperanzas en la medalla de oro en Angélica, la recién llegada más prometedora del equipo.
Dos semanas antes de la final, Marisol descubre que su marido tiene una aventura con una mujer mucho más joven con la que espera un hijo. Marisol no contempla el fracaso, por lo que emprende una carrera desesperada por reconquistarlo, sin tener en cuenta sus motivos y sentimientos. Su dolor se traslada al tatami, donde se vuelve aún más implacable con Angélica, en quien deposita sus esperanzas de éxito. En este punto, ganar el oro es todo lo que le queda. Pero ¿es esto realmente así?
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