Carlos Areces: "Trabajar con los hermanos Caballero es como volver a casa por Navidad"

La segunda temporada de Muertos S.L. llega a Movistar Plus+ el próximo jueves 16 de enero. Carlos Areces (La que se avecina (LQSA), Alimañas), vuelve a interpretar a Dámaso. Creada por Alberto Caballero, Araceli Álvarez de Sotomayor y Daniel Deorador, esta comedia se adentra en las complicadas relaciones entre la familia Torregrosa, sus empleados y la competencia.  En los nuevos capítulos, Dámaso busca pruebas concluyentes para determinar si es un Torregrosa mientras trabaja en la funeraria, enfrentándose a las ocurrencias de Chemi, el liderazgo de Nieves y su rivalidad con Vanesa, quien conspira para absorber la empresa.

¿Qué supone para usted trabajar nuevamente con los hermanos Caballero?
En realidad se trata de la cuarta colaboración, porque también tengo un papelito en Machos alfa, el entrañable y desactualizado Roberto, un hombre de otro tiempo. A estas alturas, trabajar con ellos es como volver a casa por Navidad, una casa como la de los anuncios, con chimenea grande y padres sonrientes con jerséis de punto.

¿Cómo es su personaje en Muertos S.L.?
En esta ocasión me han regalado a Dámaso, un protagonista lleno de aristas, lo suficientemente mezquino como para que sea muy entretenido de interpretar. Es un personaje que me permite explorar diferentes matices y jugar con su complejidad.

 

¿Cómo definiría su conexión con los Hermanos Caballero?
Entiendo perfectamente los personajes que me escriben. Conecto con su sentido del humor, con su gusto por la incorrección y con su manera de abordar temas diversos desde la comedia. Puede que sea preocupante, pero siempre consigo trazar un vínculo con los perdedores que me toca encarnar en sus ficciones, como si compartiera algo esencial con ellos. Además, Alberto y Laura son muy bellos. Y eso es una suerte, porque yo, por mi hipersensibilidad, solo puedo trabajar con gente extremadamente atractiva.

 

¿Cree que el humor debe tener límites?
Yo, como todo el mundo, creo que el humor debe tener un límite muy claro: lo que me molesta a mí. Quiero que prohíban hacer chistes de lo que yo considero sagrado. Pero luego quiero tener derecho a reírme de cualquier cosa que me haga gracia, y claro, por un principio de equivalencia básico, no me veo capacitado para decirle a nadie de qué se puede o no reír. Que un chiste nos ofenda es el precio que tenemos que pagar por consumir, crear y transmitir ficciones (como un chiste) con total libertad y sin tener que justificarnos. También te digo: estudia a tu público. Es posible que no desates carcajadas en la sala de oncología de la Fundación Jiménez Díaz con un chiste de niños con cáncer. Está claro que no le vas a gustar a todo el mundo, pero, como bien dice Ricky Gervais, ¿quién coño se cree la gente para pretender pasar por la vida sin que nada la ofenda? Y no, esto no puede servir de justificación para hacer bullying a un niño en el colegio. Para eso hay gente que se encarga de decidir cuándo un chiste enfocado a un particular se convierte en un abuso. Es un sistema sujeto a fallos, pero es mejor que la censura y que el hecho de que un chiste genérico pueda tener consecuencias profesionales o incluso penales para su autor.

 

 

¿Qué diferencia encuentra entre el humor de La que se avecina y el de Muertos S.L.?
Puede que LQSA se haya metido en más charcos, también lleva más años, pero ambas comparten el gusto por el humor negro, aunque una se lo lleve más a una caricatura grotesca y otra hacia un naturalismo más sobrio.

 

¿Suele ver las series en las que participa?
Suelo ver mis series en la primera emisión, lo que pasa es que la mayoría de los actores somos muy egocéntricos y muy inseguros, una combinación letal, y, cuando nos observamos, tenemos la capacidad de no prestar atención a nada que no seamos nosotros. La trama, el resto de intérpretes o los aspectos técnicos pasan a un segundo plano desenfocado y brumoso sobre el que destacamos sobremanera, generalmente para mal. Solo vemos las imperfecciones, los fallos, esa frase que no está modulada como tú pretendías, esa inflexión en la voz que no transmite lo que querías. También ese gesto involuntario con la mano que nos saca completamente del personaje, esa mirada delatora de estar recordando el texto… y claro, seguir el argumento con todas esas losas sobre tu atención es complicado y la experiencia se convierte en un suplicio. Nos damos una importancia que probablemente no tenemos, ni cuando creemos estar fatal ni cuando creemos estar soberbios.

 

¿Qué comedias le gustan como espectador?
Como espectador veo pocas comedias, qué ironía. Una de las que más me marcaron fue Curb Your Enthusiasm. También tengo un cariño especial por Arrested Development, y últimamente estoy revisitando Aquí no hay quien viva. Aunque algunos aspectos técnicos se resientan con el tiempo, las tramas y los personajes siguen siendo maravillosos.

 

¿Estará en las próximas temporadas de LQSA?
De momento solo hemos cerrado la primera y sí, parece que sigo por el edificio. Espero no estar desvelando nada que no deba. Cruzo los dedos por estar también en la siguiente y porque haya más

 

¿Tiene algún sueño con respecto a su personaje en LQSA?

Me encantaría que mi personaje se convirtiera en el eje central de la serie. Incluso podría rebautizarse como Agustín es multitud y centrarse en mí y mis personalidades. ¡Sería un giro muy divertido!

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