Director’s Cut: la directora Coralie Fargeat nos cuenta en primera persona y sin preguntas ‘La sustancia’

Coralie Fargeat

Su nueva película, La sustancia, recurre a una orgía de sangre y terror corporal para hablar de los monstruos que genera la obsesión por la belleza impuesta por los hombres. Sobre la obsesión femenina por la imagen, los placeres del cine de género y la grandeza de Demi Moore nos habla su directora: Coralie Fargeat.

La apariencia es una cárcel. “En realidad, la película no pretende hablar de lo que Hollywood hace con los cuerpos de las mujeres tanto como hablar acerca de lo que la sociedad en general les hace, cómo somos valoradas y juzgadas en función de nuestra apariencia; si transcurre en Hollywood es porque es allí donde esa actitud halla su expresión paroxística. Nosotras hemos asumido hasta tal punto que nuestra valía depende de nuestro aspecto físico que estamos dispuestas a hacer cosas aberrantes con el fin de obtener esa forma de validación.

Sí, estamos empezando a erradicar esos modelos, pero llevará tiempo que se impongan porque necesitan corregirse 3.000 años de prejuicios y misoginia. Las nuevas generaciones se enfrentan a los mismos problemas, y lo único que ha cambiado son las herramientas. El comportamiento que las jóvenes muestran en las redes sigue dictado por mecanismos inconscientes que las condicionan a

Amor por el exceso. “Siempre he sentido un gran amor por el cine de género. Recuerdo que, cuando era niña, solía ver las películas de David Cronenberg, John Carpenter y David Lynch a escondidas de mis padres; me interesa especialmente la relación con el cuerpo, y con la carne, que esos cineastas establecen a través de su cámara, y eso fue uno de los elementos de los que más me he nutrido posteriormente, siempre poniéndolos al servicio de unas obsesiones personales y un imaginario propio. Me gusta el cine que no tiene miedo de rozar el ridículo ni de caer en el exceso, y es precisamente ese tipo de locura lo que yo trato de transmitir al público. Si el jefe de efectos especiales de la película no me engañó, para rodarla llegamos a usar 21.000 litros de sangre falsa”.pensar que, si no se exhiben, no existen”.

La actriz perfecta. “Para mí era muy importante que la película estuviera protagonizada por una actriz que hubiera formado parte del star system, y desde el principio supe que no sería fácil encontrarla porque, para ella, aceptar el trabajo significaría tener que enfrentarse a una de sus peores fobias. Por eso pensé que Demi [Moore] lo rechazaría.

Sin embargo, antes de conocerla leí su autobiografía, y me di cuenta de que es una mujer con mucho coraje, que en su día logró imponerse en un mundo de hombres, y que es el tipo de persona capaz de correr los riesgos necesarios que la película le iba a plantear. Además, ella se encontraba en un momento de su vida en el que andaba en busca de una reinvención personal, y creo que vio en el papel una oportunidad”.

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