“Cada vez que aparece en tu puerta, le das dinero”, le dice con cierto tonito Kyle MacLachlan a Julianne Moore al comienzo de Echo Valley, desde el 13 de junio en Apple TV +. Interpretan a una pareja divorciada, ella ha ido a pedirle dinero para arreglar el techo de su granja, pero él se resiste porque ya son muchos préstamos y sabe que se lo dará a la hija que tienen en común (interpretada por Sydney Sweeney), de quien poco después sabremos que sufre un serio problema de adicción.
Tan serio que en una de esas visitas sorpresa a su madre aparece llena de sangre, ¿de quién es esa sangre? Este es el punto de arranque de un thriller dramático escrito por Brad Ingelsby (Mare of Easttown) y dirigido por Michael Pearce (Beast, El encuentro) en el que el cineasta encontró la combinación perfecta de ingredientes. “Normalmente leo guiones con buenos personajes, pero historias flojas o historias buenas de género con personajes arquetípicos sin desarrollar”, cuenta Pearce en el Vanity Fair americano. “Pero cuando leí este guion, daba en el blanco, tenía todo lo que yo quería, personajes ricos y con textura en una película para adultos”.
Julianne Moore fue la primera en unirse al ambicioso proyecto, que en seguida se sintió atraída por esta mujer, devota de su hija a pesar de todos los problemas que provoca. “Había un sentimiento de secretismo sobre ella que me cautivó. Es alguien que no va a desvelar fácilmente sus necesidades o deseos o motivaciones a nadie más”, explica Moore que, además, tuvo que aprender algo nuevo para el rodaje, un plus para una actriz, con tanta experiencia como ella, a la hora de aceptar un papel. Era un reto físico: bucear. Una actividad que debe hacer en un par de escenas clave en Echo Valley y que rodaron en los estudios Pinewood de Londres. “Fue fascinante para mí, tomas una respiración profunda y te sumerges, te empujan ahí abajo y te pones a hacer lo tuyo”, cuenta.
Su compañera de reparto, Sydney Sweeney, entró poco después y también tuvo un reto físico: aprender a montar a caballo. “Ahora sólo quiero tener una granja llena de caballos”, dice. Para la actriz conocida por Euphoria era también un reto medirse frente a Julianne Moore y hacerlo en un rol tan dramático y, en ocasiones, incluso violento. Se preparó viendo videos de adictos en Skid Row, Los Ángeles, y confiesa también haberlo vivido tristemente de cerca: “Muchos miembros de mi familia han luchado con adicciones y problemas similares a los de mi personaje. Lo he vivido de primera mano”.
Combinando códigos de thriller con un tono de drama íntimo y familiar, Echo Valley plantea hasta dónde pueden llegar nuestros límites morales por nuestros hijos. “¿Qué puede hacer una persona por otra? ¿Qué decisiones tomará? ¿Hasta dónde será capaz de llegar?”. Esas son las preguntas que, según Julianne Moore, se hará el espectador mientras observa cómo su personaje, una mujer normal, “hace algo extraordinario” y cómo debe enfrentar las consecuencias. Sólo hay una salida desesperada. ¿O había más?
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