Mi reno de peluche ya ha entrado en la lista de los programas más exitosos de la historia de Netflix. Y muchos han notado numerosas similitudes entre la serie autobiográfica escrita y protagonizada por el dramaturgo escocés Richard Gadd y uno de los mayores clásicos de Stephen King, Misery, la novela que inspiró la película de culto de 1990 protagonizada por Kathy Bates y James Caan.
El propio maestro del terror había expresado inmediatamente su aprecio por la serie tuiteando en su cuenta oficial X un clarísimo: «Hostia puta».
Pero ahora, Stephen King ha escrito una crítica realmente entusiasta de Mi reno de peluche para el periódico londinense The Times, calificándola de «una de las mejores series que he visto nunca». Además de alabar la construcción de los episodios individuales, es el propio autor de Misery quien procede a un análisis comparativo más profundo de las dos historias, que ciertamente tienen en común la presencia de un acosador que es una mujer de mediana edad con trastornos psiquiátricos, con sobrepeso severo, muy solitaria y profundamente obsesiva. El escritor señala, sin embargo, que las dos protagonistas tienen personalidades bastante diferentes:
«La diferencia entre Paul Sheldon y Donny Donn en cierto modo es física, porque Sheldon tuvo un accidente de coche. No le ofrece a Annie Wilkes una taza de té, de hecho probablemente apenas la habría mirado si la hubiera visto haciendo cola para un autógrafo. Por otro lado, es el propio Donnie quien invita al diablo a entrar, aunque sea sin querer».
«En Misery Sheldon está atrapado en la cama, prisionero de la adicción a las drogas y de la propia Annie, y aunque a regañadientes acaba compartiendo con ella la idea de que su nueva novela, que se aleja de la saga dedicada a Misery Chastain, no es una gran novela después de todo«, continúa el escritor. Ella decide que es un error y la quema. Paul Sheldon es un mero espectador, mientras ella dirige el juego. En Mi reno de peluche, por el contrario, Donnie finalmente toma cartas en el asunto cuando vuelca su maleta sobre el escenario y decide ser brutalmente sincero con su público«.
En última instancia, por tanto, según Stephen King los dos protagonistas, aunque ambos son artistas, tienen personalidades muy diferentes, donde a la arrogancia del escritor de Misery se une la extrema fragilidad, inseguridad y serie de traumas no resueltos que hacen del alter-ego de Richard Gadd un personaje de gran intensidad. El escritor concluye entonces que el hecho más chocante de la serie no es que el acosador sea una mujer, sino que el protagonista tarde tanto en denunciar la situación a la policía porque piensa que se merece una vida tan miserable.
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