Glenda Jackson, la ganadora de dos Oscar que dejó de lado su exitosa carrera como actriz para entrar en Parlamento británico en representación del Partido Laborista y después regresó a los escenarios, ha fallecido a los 87 años.
«Glenda Jackson, actriz y política ganadora de dos Oscar, ha fallecido en paz en su casa de Blackheath, Londres, esta mañana tras una breve enfermedad, con su familia a su lado», ha declarado su agente a la BBC. «Recientemente terminó el rodaje de La gran evasora, que coprotagonizó con Michael Caine«.
La actriz británica coleccionó un montón de honores que incluyeron premios de la Academia a la mejor actriz por Mujeres enamoradas (1969) y Un toque de distinción (1973); dos premios Emmy por su interpretación de Isabel I en la miniserie de la BBC Elizabeth R (un papel que también interpretó en la película de 1971 María, reina de Escocia); y un premio Tony por su regreso triunfal a Broadway en una reposición de 2018 de Three Tall Women de Edward Albee.
La actriz despegó en el mundo del cine gracias al Oscar por la adaptación del director Ken Russell de Mujeres enamoradas, de D.H. Lawrence. No tardó en ganar un segundo Oscar por Un toque de distinción, una comedia romántica a la antigua usanza coprotagonizada por George Segal que mostraba sus agudas dotes cómicas. Más adelante recibió otras dos nominaciones al Oscar por su trabajo en Domingo, maldito domingo (1972) y Hedda (1975), esta última una adaptación de la obra de Ibsen Hedda Gabler, papel que había interpretado en el teatro ese mismo año.
Glenda Jackson también era conocida por su importante papel en la política de izquierdas :»Estaba dispuesta a hacer cualquier cosa que fuera legal para echar a Margaret Thatcher y a su gobierno«, declaró tras dejar la actuación para entrar en el Parlamento británico. «Mi país había sido destruido. Cada puerta de una tienda era un dormitorio, un cuarto de baño y un salón para algún indigente. Y en muchos casos, también eran enfermos mentales. Todo se había fracturado ante tus ojos. Lo que a mí me habían enseñado que eran vicios, ella decía que eran virtudes, como la avaricia. Decía que la sociedad no existe».
Fuente: The Hollywood Reporter
Fotos: Mike Marsland y Bruce Glikas (Getty Images)
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