A principios de los años 60, el guionista Stan Lee y el dibujante Steve Ditko se hicieron una pregunta sencilla e ingeniosa: si los superhéroes eran sobre todo para los niños, ¿por qué no crearles un superhéroe infantil? De hecho, alguno había, pero siempre tenía el papel de un comparsa, de un coprotagonista en segundo plano, como Robin para Batman. Por eso, en 1962, crearon al Hombre Araña, Spider- Man, la identidad superheroica de Peter Parker, un adolescente huérfano que vivía en Nueva York con sus tío Ben y May y que, tras ser picado por una araña radiactiva, adquiere unas súper habilidades arácnidas nunca vistas. A pesar de su nueva condición de superhéroe, la intención de Lee y Ditko era, sobre todo, presentar a un chico corriente. Por eso, sus aventuras suelen transcurrir en su barrio y las vive junto a sus amigos y compañeros (y sus dos grandes amores: Gwen Stacy y Mary Jane).
Y más allá de sus villanos, lo que vemos es a Peter enfrentando los problemas habituales de la adolescencia, esos con los que sus lectores pueden identificarse. Es ahí donde arranca la nueva serie de animación de Marvel, Spider-Man: Primer año, que regresa a sus raíces y ofrece más de un giro para marear un poco a la audiencia.
Por un lado, nos cuenta de nuevo los orígenes del Hombre Araña, mostrando cómo adquirió sus poderes y lo mucho que le cuesta aprender a usarlos, y lo hace a través de un estilo de dibujo que remite explícitamente a los primeros cómics.
Por otro lado, según ha confirmado el creador y showrunner Jeff Trammell, la historia transcurre en una línea temporal del multiverso diferente a la de los Vengadores (el Universo 616), lo que les ha permitido introducir algunas variaciones. La principal sería que el mentor de Peter no es Tony Stark como en las películas del Universo Cinematográfico Marvel, sino Norman Osborn, es decir, el tradicional enemigo de Spider-Man (en las películas de Sam Raimi lo interpretaba Willem Dafoe, aquí le pone voz Colman Domingo).
Una elección que tiene consecuencias ambiguas e interesantes: “Norman tiene buenas intenciones, pero los métodos que enseña a Peter pueden no ir dirigidos al mejor interés de todos”, anticipa Trammell.
Además, en esta versión, Spider-Man se encontrará antes de lo normal con Daredevil (al que pone voz Charlie Cox, que también interpretaba al personaje en la serie de imagen real). Y es él quien, según el showrunner, podría equilibrar la contradictoria influencia de Osborn. Otras caras conocidas que se esperan en la serie son Doctor Strange, Iron Man, Venom, Otto Octavius y la siempre presente tía May.
