Por Marta Zoe Poretti
Tras el rotundo éxito de Monstruos: la historia de Jeffrey Dahmer, ya ha llegado a Netflix la segunda temporada de la serie creada por Ryan Murphy e Ian Brennan. Los nuevos episodios, titulados Monstruos: la historia de Lyle y Erik Menendez, siguen centrados en una historia real. Y si el nombre de los hermanos Menéndez te suena menos que el del infame Monstruo de Milwaukee, aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre el polémico caso criminal que conmocionó a la opinión pública estadounidense a finales de los 90.
La noche del 20 de agosto de 1989, José Menendez y su esposa Mary Louise, conocida como Kitty, fueron asesinados a tiros mientras estaban tranquilamente sentados frente al televisor en el salón de su mansión de Beverly Hills, en Los Ángeles. El matrimonio tenía dos hijos, Joseph Lyle Menendez, de 21 años, y su hermano Erik Galen, de 19. Fueron los propios chicos quienes alertaron a las autoridades, declarando que habían estado fuera de casa en el momento del asesinato, concretamente en el cine, viendo Batman, de Tim Burton. La policía aún no sospechaba de ellos, hasta el punto de que ni siquiera fueron sometidos a la prueba del guante de parafina para detectar cualquier rastro de pólvora.
No fue hasta los meses siguientes cuando Lyle y Erik atrajeron la atención de los investigadores por sus disparatados gastos. El mayor compró un restaurante en Princeton, Nueva Jersey, Chuck’s Spring Street Cafe, así como un Rolex y un Porche Carrera. Juntos se embarcaron en viajes de gran lujo a Londres y el Caribe, y compraron dos pisos nuevos junto a Marina del Rey, dejando deshabitada la villa familiar; mientras tanto, Erik contrató a un instructor privado y reanudó su carrera como tenista, gracias a una serie de torneos en Israel. Según los investigadores, gastaron más de 700.000 dólares en pocos meses, lo que les llevó a dirigir su atención hacia los hermanos Menéndez, después de que la pista de un ajuste de cuentas al estilo mafioso resultara infructuosa.
José Menéndez era a todos los efectos el epítome del sueño americano. Tras huir de Cuba a los 16 años después de la Revolución, había empezado literalmente de la nada, pasando de ser un simple friegaplatos a contable, y aún hombre de negocios muy rico, amasando una fortuna multimillonaria. En la Universidad de Illinois había conocido a Kitty, la reina de la belleza universitaria, y en poco tiempo se habían casado y trasladado a Nueva York. Cuando volvieron a trasladarse con sus hijos a Los Ángeles, compraron una mansión de extraordinario prestigio, propiedad anteriormente de estrellas como Elton John y Michael Jackson. Sin embargo, resulta que tras la apariencia del hombre hecho a sí mismo y su familia perfecta ya se escondían esos terroríficos secretos que veremos desvelados en la serie Monstruos.
Lyle y Erik serán atrapados como resultado de circunstancias fortuitas, por decir lo menos. En efecto, Erik había confesado el asesinato de sus padres a su psicoterapeuta, Jerome Oziel. El hombre estaba unido a la secretaria de su consulta por una relación sentimental, y fue la mujer, llamada Judalon Smyth, furiosa tras ser abandonada, quien entregó a la policía las cintas con la confesión de Menéndez. Así, Lyle fue detenido el 20 de marzo de 1990, mientras que su hermano se entregó voluntariamente tres días después, a su regreso de un partido en Israel. Fue entonces cuando los chicos revelaron la espeluznante causa de su acto violento: su padre les había sometido a abusos sexuales y violencia desde una edad temprana, mientras que su madre, alcohólica y drogadicta empedernida, había ignorado o incluso alentado estos delitos. Los chicos también confesaron haber disparado deliberadamente sus rifles contra las rótulas de sus padres para simular la forma de una ejecución mafiosa.
En 1992, los hermanos Menéndez fueron juzgados por separado, pero ambos procesos por asesinato premeditado tuvieron lugar ante las cámaras, convirtiéndose en uno de los casos mediáticos más controvertidos de Estados Unidos junto con el juicio contra O.J. Simpson. Según la acusación, los chicos inventaron completamente el acoso sexual para ocultar un móvil económico. Lo cierto es que José era un padre estricto, un perfeccionista que exigía excelencia a sus hijos y no dejaba de expresar constantemente su decepción sometiendo a sus hijos a vejaciones y humillaciones. Por el contrario, Lyle y Erik siempre habían sido rebeldes, y después de que el mayor fuera expulsado de la Universidad de Princeton por copiar en un examen, parece que el padre decidió incluso eliminarlos del testamento. Como acusados en sus respectivos juicios, declararon que estaban seguros de que no heredarían nada, pero que actuarían según la amenaza de su padre de matarlos si revelaban a alguien sus abusos sexuales.
Quizá también debido a la presión de los medios de comunicación, el jurado no llegó a un veredicto, y ambos procesos penales quedaron en punto muerto. Por ello, el condado de Los Ángeles decidió en 1996 celebrar un nuevo juicio único, con ambos Menéndez en el estrado, mientras el juez Stanley Weisberg prohibía categóricamente la presencia de cámaras. Y esta vez, el veredicto fue para ambos cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Lyle y Erik fueron separados y permanecieron en diferentes prisiones de máxima seguridad hasta 2018. Ahora ambos se encuentran en la prisión estatal de San Diego (California). El mayor se casó dos veces, primero con la ex modelo Anna Eriksson y en 2003 con la abogada Rebecca Sneed, mientras que el menor se casó con su admiradora y amiga por correspondencia Tammi Saccoman. Y a pesar de que el Tribunal Supremo ha rechazado repetidamente cualquier intento de revisar su condena, los rostros que inspiraron la segunda temporada de Monstruos siguen siendo muy familiares para el público estadounidense, que siempre se ha dividido entre inocentes y culpables.
Desde entonces, los hermanos Menéndez no han dejado de proclamar su verdad, declarando que sólo actuaron debido a las creíbles amenazas de muerte de su padre pederasta, que les maltrataba física y psicológicamente, siempre respaldados por una madre que nunca les protegió lo más mínimo. La pareja de Monstruos estará interpretada por Javier Bardem y Chloë Sevigny, mientras que Lyle y Erik serán interpretados por Nicholas Alexander Chavez y Cooper Koch respectivamente.
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