Isabel Coixet opta al Goya a Mejor Dirección: “El título ‘Un Amor’ tiene un punto irónico”

Isabel Coixet

Cuando Sara Mesa escribió su aclamada novela Un Amor no imaginó que vería la adaptación de su historia en el Festival de San Sebastián. “Leí la novela en una tarde y la volví a leer al día siguiente”, recuerda Isabel Coixet, que estrenó en Zinemaldia la adaptación de Un Amor, la huida escapista hacia sí misma de Nat, interpretada por Laia Costa. Tras escapar de su agobiante vida en la ciudad en una casa rústica y en ruinas, acompañada de un perro salvaje y tosco, esta joven intenta reconstruir su vida de nuevo y se descubre a sí misma aceptando una oscura propuesta.

Ahora, la directora opta al Goya a Mejor dirección y su proyecto al de Mejor Película. Además, sus actores principales también optan al premio.

“Rodé Un amor en primavera y hemos tenido que trabajar velozmente para llegar a ese festival, pero San Sebastián era el lugar”, asegura.

Cuando presentó Elisa y Marcela (2019), Coixet dijo que había querido hacer una historia de amor “como las de Douglas Sirk, sobre todo, porque es mi territorio”. Pero Un Amor camina en otra dirección y se atreve a explorar otra cara de las relaciones: “El título tiene un punto irónico. La película una historia de amor romántico, no es. Cuando Sara la tituló así se refería a una clase de amor muy específico y no tan explicado, nada romántico. Hay muchas declinaciones en la palabra amor y aquí entra la obsesión, las pulsiones y la confusión”.

Esta no es la primera vez que te enfrentas a una adaptación literaria, ¿Qué elemento definitivo te lleva a pensar que un relato puede ser una película, y sobre todo a querer hacerla?: “Nunca he sabido explicarlo hay algo en la novela que te toca de una forma particular, pero son cosas casi inexplicables. Hay muchos libros que me gustan y sin embargo no pienso en adaptarlos. Un amor es una adaptación salvaje de la librería. Hay algo en las heroínas de las dos pelis que tiene algo que ver. Una mujer que llega a un lugar pequeño y que solo quiere que la dejen en paz”.

La actriz Laia Costa repite con la directora, que vuelve a elegir la intérprete después de trabajar con ella en Cuidarnos entre nosotros nos hace humanos y en Fodie Love.

Esta vez pondrá cuerpo al relato sobre el encuentro consigo misma de Nat, una treintañera que comienza a buscarse y acaba descubriendo a una mujer que no conocía mudándose lejos de la ciudad, a La Escapa. La directora no duda en reafirmarse en su idilio artístico: “Me encanta como persona y como actriz. Es muy poco vanidosa y eso es raro, tiene una capacidad camaleónica increíble, lo que hace aquí no tiene nada que ver con lo que ha hecho antes. Ella sabe interpretar cosas que yo no sé cómo expresar”.

En el papel de Andreas se pone Hovik Keuchkerian, un vecino que hace a Nat una inquietante propuesta sexual: “La peli transcurre en una comunidad pequeña, es un lugar fuera de un pueblo, una pedanía. Él le propone un trato y la médula dramática de la peli está ahí, en que los lectores sean grandes partidarios de uno u otro o no entiendan a ninguno”, sea como sea, este personaje va a interferir en la vida de Nat hasta el punto de hacer que se replantee quién creía ser.

Isabel Coixet deja claro que considera a Sara Mesa “una de las mejores escritoras en español” y trabajar con su historia se plantea como un reto en el que se presentaba la necesidad de equilibrar el respeto por el espíritu original de la obra y el proceso creativo y particular de la directora: “No quiso participar en el guion, aunque se lo ofrecí. Le dije que tenía intención de ser fiel, pero que lo trasladaría a otro lenguaje. Ha sido muy comprensiva y entendió los cambios, y para mí el desafío era que le gustara. Tiene que ser raro ver su historia a través de otra mirada y es un gran alivio”.

¿Has aportado a la película más personajes de los que había en la novela o veremos grandes transformaciones? “Sí, hay uno, pero de momento no voy a adelantar nada”.

Fotos: Getty images

 

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