Este fin de semana, por primera vez, Jennifer Garner fue a la famosa Comic-Con de San Diego para hacer una aparición sorpresa tras la proyección de Deadpool y Lobezno. Sin embargo, la experiencia no fue del todo como ella imaginaba.
En su cuenta de Instagram, la actriz explicó que se había quedado atrapada en un ascensor en el Centro de Convenciones de San Diego durante más de una hora, y decidió compartir una serie de videos en su cuenta de redes sociales bajo el título: «La primera Comic-Con de un bebé: una historia corta».
The Hollywood Reporter hizo un seguimiento de todo lo que pasó. Sin perder el humor, la actriz bromeó: «Me vendría bien un Lobezno, me vendría bien un Deadpool. Me vendría bien alguien«. Once minutos más tarde, Garner compartió en otro vídeo que las cosas estaban empezando a ponerse «calentitas» y que les estaban asistiendo y explicándoles cómo actuar. «Necesito secarme», dijo la actriz, sudando por la temperatura. «No cortes el cable azul’ es lo que estamos escuchando».
Siguiendo con su documentación, Garner explicó que se habían sentado porque «creo que oí en un episodio de The Office o Brooklyn Nine-Nine o algo así que se supone que hay que sentarse, así que estamos sentados» y, más tarde, apareció bailando y cantando, siempre sentada. Al final, llamaron al 911, tras lo cual oyeron pitidos y volvieron a ver cómo se encendían las luces del ascensor, tras lo que Garner decidió cantar Like a Prayer de Madonna (otro guiño a la película de Ryan Reynolds y Hugh Jackman).
Una hora y 12 minutos después de estar atrapados, la actriz mostró cómo, al fin, se abrieron las puertas del ascensor. A todo esto, Garner consiguió llegar a la conferencia.
Foto: Matt Winkelmeyer (Getty Images)
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