A pesar de su síndrome del impostor, Johnny Depp se impuso a algunos de los nombres más importantes del cine (y de la música) para su papel revelación.
El nominado al Oscar ha revelado que se impuso a actores de la talla de Tom Hanks, Tom Cruise e incluso Michael Jackson por su papel homónimo en Eduardo Manostijeras, la fantasía gótica de Tim Burton de 1990.
Depp se hizo con el papel del cariñoso marginado, que fue creado por un científico (Vincent Price) con tijeras en lugar de manos. Cuando su creador muere, una mujer del pueblo (Dianne Wiest) acoge a Edward en su casa de las afueras, donde se enamora de su hija (Winona Ryder) y se enfrenta al ostracismo al que quiere condenarlo la gente del pueblo.
El actor dijo que el guión de Burton y Caroline Thompson «pasaba por encima de todo, de cualquier cosa, de lo sólido y llegaba al núcleo mismo de lo que soy. La escritura era hermosa. El personaje era hermoso. Lo que supongo que me [atrajo] emocionalmente fue que Edward era yo. Es exactamente lo que debería estar haciendo«.
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