Jonathan Majors, protagonista de Creed III, fue detenido el pasado 25 de marzo en el barrio de Chelsea, en Manhattan, acusado de estrangulamiento, agresión y acoso. Desde entonces, no hemos conocido más que malas noticias acerca del intérprete, que el próximo 8 de mayo tendrá que comparecer ante un tribunal por acusaciones de violencia doméstica.
Tras su detención en los últimos días de marzo, han comenzado a aparecer presuntas víctimas de abusos de Majors que están cooperando con la oficina del fiscal del distrito de Manhattan.
La primera denunciante, de 30 años, alegó haber sido agredida por Majors, de 33, asegurando que «sufrió heridas leves en la cabeza y el cuello«, tras lo que fue trasladada a un hospital de la zona en condición estable.
A comienzos de esta misma semana, los publicistas y la empresa de gestión del actor cortaron sus lazos con él, con lo que Majors está cada vez más solo y arrinconado. Además, la posibilidad de que nuevas mujeres lo denuncien podría agravar todavía más la situación actual.
En los últimos meses, Majors había logrado convertirse en una de las estrellas más prometedoras de Hollywood. Tras los acontecimientos de las últimas semanas, todas las miradas están puestas en su futuro en el Universo Cinematográfico Marvel, donde tenía previsto interpretar al personaje de Kang en la nueva entrega del MCU, Vengadores: La dinastía Kang, cuyo estreno está previsto para mayo de 2025, y en Vengadores: Secret Wars, que llegará a las salas en 2026.
Además, Jonathan Majors ya ha rodado la segunda temporada de la serie Loki, cuyo lanzamiento en Disney+ está previsto para mediados de este mismo año.
Según se desarrollen los acontecimientos en los próximos días, Disney tendrá que tomar una decisión al respecto.
Fotos: Jeff Kravitz y Cindy Ord (Getty Images)
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