Por Agnese Albertini
La escena del lago de Alicent en La casa del dragón 2×07 se relaciona directamente con el arco del personaje y su viaje interior. Su verdadero significado reside en el simbolismo del baño como purificación de los pecados y liberación de la culpa de Alicent por desencadenar la guerra civil de los Targaryen. Este momento también refleja el anhelo de libertad del personaje tras toda una vida de restricciones políticas impuestas por su posición.
Tras la muerte del rey Viserys, Alicent se siente cada vez más perdida. Su relación prohibida con Criston Cole y el distanciamiento de su hijo Aemond aumentan su sensación de soledad y pérdida de control. En un intento de encontrar la paz y un sentimiento de redención, Alicent huye de Desembarco del Rey para refugiarse en el Bosque Real, acompañada únicamente por Ser Rickard Thorne. Una vez en el lago, se despoja de sus ropas, camina lentamente por el agua y nada sola, flotando mientras mira fijamente al cielo. Esta escena simbólica representa su intento de lavar sus pecados y recuperar su pureza perdida.
A lo largo de la segunda temporada, las escenas acuáticas de Alicent reflejan su creciente necesidad de purificación moral. Tuvo una aventura sexual con un caballero de la Guardia Real, malinterpretó las últimas palabras de Viserys provocando la guerra de los Targaryen y no logró frenar las intenciones asesinas y tiránicas de su hijo Aemond. Sintiéndose responsable de las muertes causadas por sus acciones, Alicent experimenta un profundo sentimiento de culpa y vergüenza, que la lleva a buscar alivio en la purificación física.
La escena del lago es también representativa del efecto Lady Macbeth, en el que la vergüenza interna lleva a Alicent a limpiarse físicamente para buscar alivio emocional. Este momento adquiere connotaciones bíblicas, con Alicent sumergiéndose en el lago como en un bautismo, buscando el renacimiento moral y espiritual. Su baño en el lago no es sólo un intento de lavar los pecados, sino también un símbolo de su búsqueda de una nueva identidad y de una vida libre de las ataduras del pasado.
Además de la purificación, la escena del lago también representa la libertad que Alicent nunca ha conocido. Desde niña, ha sido un peón en los juegos políticos de su casa, obligada a hacer lo necesario por el bien del reino: se casó con el rey a los 14 años y crió a sus hijos bajo las estrictas restricciones de la corte real. Por primera vez, Alicent puede experimentar la paz y la libertad lejos de los muros de la Fortaleza Roja, flotando sola en el lago. Este momento de soledad y reflexión le ofrece la oportunidad de elegir no volver jamás a Desembarco del Rey si así lo desea.
En la historia de La casa del dragón, Alicent desempeñó un papel central en la guerra civil de los Targaryen, mucho más significativo que en el libro Fuego y Sangre. La escena del lago es probablemente la última oportunidad de libertad e introspección de Alicent antes de que las tragedias de la guerra la abrumen por completo. Tras la caída de Desembarco del Rey, sus pérdidas personales se intensifican: su padre Otto Hightower es ejecutado, su hermano Gwayne es asesinado y su amada hija Helaena se suicida. Estos acontecimientos culminan con la muerte violenta de sus hijos Aemond y Daeron, y finalmente con la muerte de Rhaenyra a manos de Aegon.
La escena del lago representa así no sólo el intento de Alicent de purificarse y recuperar su moralidad, sino también un momento de calma antes de la tormenta, un breve intervalo de paz y libertad antes de que su vida se vea de nuevo abrumada por la guerra y la pérdida.
Fuente: ScreenRant
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