El día de San Valentín llegó a los cines de Estados Unidos Winnie the Pooh: Miel y sangre 2, la secuela de la espeluznante versión de terror del famoso oso comedor de miel que se ha convertido en una sensación en Internet. La primera entrega, dirigida, al igual que esta, por Rhys Frake-Waterfield, fue todo un éxito de taquilla, recaudando más de un millón de dólares con un presupuesto de sólo 50.000 dólares. Además de esta secuela, el director y guionista está creando un auténtico universo de cuentos de hadas de terror, con remakes de Bambi, Peter Pan, Pinocho y muchos otros personajes de cuentos de hadas que ya son de dominio público. Sin embargo, los críticos no fueron generosos con la película. Preguntado por los comentarios negativos, Frake-Waterfield admitió que siempre es difícil sobrellevarlos: «Para ser director hay que tener agallas porque te van a criticar muy profundamente, independientemente de los medios y recursos de que dispongas».
Según el director, uno de los principales problemas es la despiadada comparación que mucha gente ha hecho entre Winnie the Pooh: Miel y sangre y colosos de mucho mayor presupuesto, como las películas de Marvel: «Una vez que se estrene la película, se la comparará con las películas de Marvel, a pesar de que trabajamos con el 0,01% de su presupuesto. De hecho, ¡seguro que su catering costó más que toda nuestra película! Son obras totalmente diferentes en este sentido. Pero como Winnie se hizo tan popular, muchos críticos quisieron hacer la comparación».
A la espera de saber si la secuela convencerá más tanto a la crítica como al público, el director sigue trabajando en el universo del cuento de hadas de terror. Y ya tiene grandes planes en mente: «Tendremos que calibrar cuál será el interés de los espectadores, pero se podrían hacer cosas absolutamente locas como un cruce entre Bambi y Winnie the Pooh. ¡Sería una locura! Tengo que sentarme a la mesa y pensar en todas las locuras que podríamos hacer con esta idea. No sé, ¡Winnie podría montar a Bambi! Imagínate la escena».
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