La nueva película de Netflix Corte en el tiempo ha provocado una reacción inesperada entre los millenials, que se han encontrado con una representación de la década de 2000 que califican de todo menos fiel a la realidad. Entre la nostalgia y la sorpresa, muchos expresaron su decepción por el retrato que la película hace de 2003, que dicen no se corresponde en absoluto con lo que recuerdan.
La película, dirigida por Hannah Macpherson y protagonizada por Madison Bailey, cuenta la historia de Lucy Field, una joven aficionada a la ciencia que descubre una forma de retroceder en el tiempo. Decidida a salvar a su hermana mayor de un trágico destino, Lucy viaja a 2003, donde se sumerge en un mundo poblado de símbolos de aquella época, desde Walkmans y mp3s hasta Heelys y flip phones.
Pero es precisamente este retrato de la década de 2000 lo que ha provocado reacciones polémicas en las redes sociales. En X (antes Twitter), muchos millenials expresaron su malestar e incredulidad por la interpretación que la película hace de aquellos años, criticando varios detalles que parecen poco auténticos. «Parece 2024 fingiendo ser 2003», comentó un usuario, señalando que las elecciones estéticas y estilísticas de la película dan más una idea de una versión moderna de los años 2000 que de la realidad. A algunos espectadores, por ejemplo, les pareció extraña la forma en que los personajes sostienen el walkman, casi como si fuera un smartphone, y subrayaron la ausencia de detalles auténticos como el icónico estilo gótico, los labios escarchados y los collares de cáñamo.
No obstante, la película ofrece una fuerte sensación de nostalgia, subrayada por una banda sonora evocadora de la época de los millenials, que incluye canciones icónicas como «Complicated», de Avril Lavigne, y «So Yesterday», de Hilary Duff, que recuerdan inmediatamente el ambiente de aquellos tiempos. A pesar de ello, muchos espectadores afirman que carece de una representación exacta del estilo y la calidad de la época, demasiado diferente de la cultura visual contemporánea. «Falta la esencia de aquellos años», escribió otro usuario, quejándose de que los detalles modernos están demasiado presentes, desde la ropa hasta el maquillaje, lo que hace difícil percibir el verdadero espíritu de 2003.
Entre los diversos comentarios, algunos también se preguntaban si había alguien en el equipo de producción capaz de recordar y reconstruir fielmente la época. Con comentarios irónicos, señalaban la ausencia de detalles inevitables en la época, como la típica superposición de camisetas y camisas de manga larga, las puntas del pelo decoloradas y la moda punk y gótica que influía en la vestimenta de los jóvenes.
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