‘Las novias del sur’, de Elena López Riera: un ejercicio de cine ultra independiente, feminista y urgente

Las novias del sur

“Conmigo se acaba este hilo de hijos y madres”. Es la voz en off de la cineasta Elena López Riera (El agua) que se escucha en su mediometraje Las novias del sur, una reflexión sobre las imposiciones emocionales y sexuales del patriarcado, con la que volvió a Cannes, a la Semana de la Crítica, donde ganó la Queer Palm.

Por Begoña Piña

Cine impetuoso y necesario, Las novias del sur es resultado de una obsesión de la cineasta Elena López Riera por los gestos milenarios heredados y repetidos generación tras generación, por las madres, las abuelas… obligadas a casarse para salir del nido familiar, obligadas a tener relaciones sexuales con o sin consentimiento dentro de sus matrimonios, obligadas muchas veces a ser madres.

“Repito la palabra herencia hasta que pierde su significado”, dice la voz en off de esta película, en la que la directora se reafirma en su decisión de poner fin a esa cadena de ritos patriarcales opresores al tiempo que confiesa su propio miedo por ello y se pregunta: “¿Cómo son las novias sin novio? ¿Cómo son las madres sin hijo?”.

CINE INDEPENDIENTE

Las novias del sur se sustenta en las dudas de Elena López Riera, narradas en voz alta sobre imágenes de bodas de muchas mujeres, fotografías antiguas, vídeos caseros, películas que recogieron el baile inaugural de una fiesta… y en el valioso testimonio de algunas mujeres mayores que ella que contestan a sus preguntas.

“Nunca me gustó hacer el amor con él en 30 años de casados”, confiesa una de estas mujeres. El día de la boda, el amor o lo contrario con el que han vivido sus vidas, el sexo, su primera vez, los embarazos, algún aborto, las relaciones amorosas con parejas que no eran sus maridos… La ilusión o la decepción y hastío que han arrastrado… Todo está en este mediometraje, un ejercicio de cine ultra independiente, donde apenas están la cámara y las entrevistadas.

LA HERENCIA RECIBIDA

“Ha sido una película de urgencia, de necesidad, del cine que yo soñaba con hacer, como las cineastas que me hicieron amar el cine, Chantal Akerman, Jean Eustache…”, dijo durante el estreno en Cannes. Allí ya desveló que Las novias del sur, en realidad, es un proyecto que la persigue desde hace años.

Obsesionada mirando la foto de la boda de su madre, la directora se ha hecho muchas veces a sí misma las preguntas que ahora hace en la película. Hace 20 años escribió un primer guion y desde entonces ha seguido interrogándose:

“Me he preguntado por la herencia que recibes de todas las mujeres de la familia, consciente de la violencia que eso implicaba para mí misma”. Y se ha contestado con Las novias del sur y con la certeza de que con ella “se acaba esta cadena de gestos repetidos”.

También te puede interesar:

© REPRODUCCIÓN RESERVADA