‘Nightsleeper: ataque al tren’ o el viaje de los malditos

Nightsleeper: ataque al tren’ es la nueva serie británica que se estrena este mes en Movistar Plus +. Repleta de acción, filmada y narrada en tiempo real, nos presenta a dos desconocidos que, a lo largo de una noche, tendrán que trabajar juntos para salvar a los pasajeros de un tren que viaja de Glasgow a Londres mientras se precipita hacia el desastre.

Este intenso thriller, en seis capítulos que se incorporan a la plataforma el próximo 4 de diciembre, explora los miedos modernos, las conexiones humanas y los límites de la tecnología.

Un tren nocturno que cubre la ruta entre Glasgow y Londres se convierte en el centro de un peligroso ataque cibernético. Joe Roag, un expolicía que viaja como pasajero en el tren, se da cuenta de que alguien ha tomado el control remoto del convoy y de todo el sistema ferroviario del Reino Unido, y rápidamente pide ayuda a Abby Aysgarth, la directora técnica interina del Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC).

 

Leather explica que la idea de Nightsleeper: ataque al tren surgió de una experiencia personal: “Un día me encontré atrapado en un tren averiado, desconectado del mundo, y me pregunté, ‘¿cómo reaccionaría la gente si esta situación se volviera peligrosa de verdad?’”.

 

El actor Joe Cole, conocido por su trabajo en Gangs of London, lidera el reparto interpretando a Joe Roag, un expolicía que arrastra el peso de un pasado lleno de malas decisiones y traiciones. Roag, que una vez fue una estrella en el cuerpo policial, cayó en desgracia y se ha convertido en un fugitivo emocionalmente desconectado de su familia y amigos.

 

Para Joe, la situación en el tren representa una prueba definitiva. Aunque inicialmente intenta permanecer en el anonimato, no puede evitar involucrarse cuando se da cuenta de que alguien ha tomado el control del tren, poniendo en riesgo la vida de todos los pasajeros.

 

Alexandra Roach, actriz a la que hemos visto recientemente en la serie de Netflix Cadáveres, interpreta a Abby Aysgarth, la directora técnica interina del Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC). Abby es una mujer cuya vida ha estado marcada por la pérdida y la búsqueda de su lugar en un mundo.

 

La crisis en el tren llega en un momento en el que Abby está a punto de cogerse unas merecidas vacaciones, pero su compromiso y responsabilidad la obligan a regresar y enfrentarse a la situación.

 

 

A lo largo de la serie, Abby y Joe desarrollan una conexión especial a través de sus interacciones telefónicas, ya que Abby se encuentra en tierra intentando detener el ataque mientras Joe lucha a bordo del tren.

 

El caos y la paranoia se apoderan del tren cuando descubren que uno de los pasajeros podría estar aliado con Conductor. Joe se enfrenta a la difícil tarea de identificar en quién puede confiar, mientras que Abby toma decisiones audaces y fuera de lo común para tratar de frustrar el ataque.

 

La situación alcanza un punto crítico cuando Abby se convierte en blanco de sospechas debido a su pasado, y la presión sobre ella y Joe crece al acercarse al destino final.

 

La serie presenta un variado grupo de pasajeros a bordo del tren, cada uno con sus propios conflictos internos y secretos. Leather menciona que su objetivo era que los espectadores pudieran verse reflejados en alguno de estos personajes.

 

Entre los pasajeros se encuentra Danny Geoghan, interpretado por Daniel Cahill, un obrero de la industria petrolífera con gran determinación que está desesperado por regresar a casa antes del nacimiento de su hijo.

 

Lois Chimimba interpreta a Erin Connolly, una estudiante con una fuerte brújula moral y un historial de desafíos personales, mientras que Sharon Small da vida a Liz Draycott, la secretaria de transporte del Reino Unido.

 

La serie fue filmada en un estudio en las afueras de Glasgow, donde los vagones del tren fueron recreados con detalles precisos, incluyendo pantallas LED que simulaban el paisaje en movimiento.

 

Más allá de ser un thriller de acción, Nightsleeper: ataque al tren aborda temas de relevancia contemporánea, como la vulnerabilidad de las infraestructuras críticas y la dependencia de la tecnología en la sociedad moderna.

 

Uno de los aspectos más significativos de esta ficción, que consta de seis capítulos, es cómo, en medio de una crisis, surgen vínculos profundos y sinceros entre personas que, de otro modo, jamás se habrían conocido. Leather considera que este es el corazón de la serie: “La crisis en el tren saca lo mejor y lo peor de las personas”.

 

El vínculo entre Joe y Abby ilustra esta idea de conexión humana en situaciones extremas. Ambos personajes, aunque se encuentran en lugares físicos separados, encuentran en el otro una fuente de fortaleza y esperanza.

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