Todavía no es diciembre y el Polo Norte ya está patas arriba tras la desaparición de Papá Noel, interpretado por J.K. Simmons. Buscándole entre un mundo de fantasía y realidad, están los agentes Dwayne Johnson y Chris Evans en una aventura festiva y llena de risas.
Por Marco Cacioppo
En EE UU, las películas relacionadas con las vacaciones reciben el nombre de “holiday movies”. Dentro de este género, la Navidad ocupa un espacio privilegiado y se trata como la fiesta por excelencia, hasta el punto de que se ha convertido en un género independiente por derecho propio.
Entre películas de comedia, fantasía, terror, thriller, drama y animación, sería imposible saber el número de títulos que escenifican historias navideñas o que tienen algo que ver con estos días, de forma directa o cruzada.
Hay un tipo de película navideña, en particular, cuya popularidad no decae. Se trata de las protagonizadas, o en todo caso, las que giran en torno a la figura de Papá Noel. Y en este campo, la inventiva de directores y guionistas a lo largo de los años también ha sido desenfrenada.
Van desde la ya atemporal película de animación Pesadilla antes de Navidad (1993), producida por Tim Burton, en la que el protagonista Jack Skellington, el Rey Calabaza, pretende hacerse cargo de la Navidad secuestrando a Papá Noel, hasta la película de Bob Clark, Historias de Navidad (1983), en la que el pequeño
Ralphie intenta convencer a Papá Noel para que le traiga un rifle Red Ryder. Y si en la finlandesa Rare Exports: Un cuento gamberro de Navidad (2010) el personaje de Papá Noel se transfigura en un ente maligno, en la estadounidense Krampus: Maldita Navidad (2015) es sustituido por su monstruosa némesis, la criatura homónima que da título al filme. Otro fenómeno relacionado con este personaje es la aparición de guiones inclasificables que, si los llamamos alucinantes, nos estaríamos quedando cortos. Y si no, buscad, Santa Claus conquista a los marcianos (1964), que habla de su secuestro a manos de los habitantes del planeta rojo, o el Santa Claus que el director estrella de la época dorada del cine mexicano, René Cardona, rodó en 1959, y en la que el protagonista se alía con el mago Merlín para frenar los intentos de un travieso diablillo de alterar el curso de las fiestas.
¿SIGUES CREYENDO QUE HAS VISTO TODOS LOS TÍTULOS?
Un gran error, como diría Schwarzenegger en El último gran héroe. Tras innumerables aplazamientos –en parte por la huelga del SAG-AFTRA, que pospuso su estreno de diciembre de 2023 a noviembre de este año, y en parte por los rumores en torno a una producción caótica con un presupuesto desorbitado de 250 millones de dólares y la presencia un tanto errática de Dwayne Johnson en el rodaje–, por fin ve la luz Red One, el que se espera que sea el taquillazo de estas Navidades, con un reparto estelar y un montaje espectacular que mezcla, en un batiburrillo explosivo de ocurrencias, tradición centenaria y locas ideas creativas nunca vistas.
¡HAN SECUESTRADO A SANTA CLAUS!
Red One empieza con el rapto de Papá Noel (interpretado por un J.K. Simmons especialmente cachas). El jefe de seguridad del Polo Norte, interpretado por Dwayne Johnson, se ve obligado, a instancias de la jefa del departamento (Lucy Liu), a formar equipo con el cazarrecompensas más infame del mundo (Chris Evans) en una misión para salvar la Navidad y a su icónico representante.
El director, que ha puesto por título de la película el nombre en clave de Papá Noel, Red One, es Jake Kasdan, que ya había trabajado con Johnson en Jumanji: Bienvenidos a la jungla (2017), y su secuela, Jumanji: Siguiente nivel (2019), ambas grandes éxitos de taquilla. Fue propio Dwayne Johnson quien llamó a Kasdan, después de que el productor Hiram García (socio del actor en Seven Bucks Productions) le propusiera la idea de una “alocada película de acción navideña que se desarrolla en parte en el mundo que conocemos y en parte en un reino mitológico”.
Según Kasdan, parte del reto de la película era garantizar una acción y un ambiente navideños a la altura. “No haces este tipo de películas si no te gusta la Navidad”, dice tajante. “Así que gran parte de la apuesta consistió en tratar de encontrar la manera de incluir todos los elementos navideños populares, incluso en esta comedia de acción un poco más agresiva, y hacer que resonaran por sí solos”.
Lo que convenció del potencial de la película a Kasdan, que la ve como “levantar el telón y mostrar lo que es realmente la Navidad, al contrario de lo que pensábamos que era desde niños”, fue la idea de tener a Dwayne Johnson como guardia de seguridad del viejo Papá Noel. “Creo que es una presencia cinematográfica única. Y si es lo correcto para él, Dwayne es capaz de hacer cosas que nadie más puede hacer. Me resulta imposible imaginarme a otra persona interpretando su papel. El personaje de Bravestone en Jumanji era así, y, aunque de forma completamente diferente, Cal, su personaje en esta película, también lo es”.
Por oposición a Johnson, el primer actor en el que Kasdan pensó para hacer de Papá Noel, fue en J.K. Simmons. El Papá Noel de Red One está increíblemente en forma, y no refleja exactamente la imagen alegre y jovial con la que el público está familiarizado. Era una concepción coherente e imprescindible para la película. “Estamos hablando de alguien que es capaz de llevar a cabo esta misión sobrehumana a la perfección y sin fallar años tras año, tiene que ser formidable”, prosigue el director.
Aparte de ser alguien imponente y dirigir una operación como si fuera un general o un quarterback, debía transmitir toda la calidez, fascinación y generosidad que definen a Papá Noel, con la diferencia de que sus modales serían sido un poco menos ortodoxos en este caso.
En cuanto al Polo Norte, la versión que veremos en Red One es también fuera de lo común. Más allá del paisaje nevado y de grandes cantidades de hielo, la residencia de Santa se configura como una metrópolis hipertecnológica. “Es como una gigantesca capital industrial, mágica y navideña, con un paisaje urbano que, cuando llegas allí y lo ves, lo hace aún más majestuoso de lo que podíamos imaginar”, comenta Kasdan.
Además, hay otras criaturas navideñas reinventadas para la ocasión, empezando por los renos, tan grandes como elefantes y con cuernos que se iluminan cuando vuelan. También veremos a Krampus, un luchador que noquea a Dwayne Johnson en un duelo, y a muñecos de nieve que son aún peores que los gorilas de hielo de Frozen, son gigantescos, tienen colmillos y protagonizan un asalto en una playa tropical en la que, tras ser cortados por la mitad por el jefe de seguridad del Polo Norte, se levantan y se recomponen como si nada.
Hay que reconocer que resulta un tanto desconcertante que, en un momento de la historia dominado por la incertidumbre existencial y la inestabilidad política como el que vivimos, con el mundo en llamas, las guerras multiplicándose y las crisis humanitarias extendiéndose por varios frentes, se esté dispuesto a invertir un presupuesto tan elevado en un proyecto de puro entretenimiento.
Pero para la productora y la distribuidora Warner Bros., Red One podría marcar el comienzo de una franquicia de éxito, destinada a ganar mucho dinero. Jake Kasdan también está convencido de ello y, en una de sus últimas declaraciones a la prensa extranjera, afirmó lo siguiente: “Ha sido un viaje, es una gran película y no podría estar más contento de que por fin pueda verse. Lo hicimos con la esperanza de que, al acercarse la Navidad, las familias vayan al cine a vivir una experiencia única. Me alegro de que por fin haya llegado el momento”.
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