Tras siete años y seis temporadas, la serie de Netflix The Crown ha llegado a su fin en un momento que el público no esperaba inicialmente.
Tras narrar la ascensión al trono de la reina Isabel II a partir de su matrimonio con el príncipe Felipe en 1947, el drama histórico no traslada por completo la historia de la monarca a la actualidad. Y es que, en su lugar, The Crown concluye su saga en 2005, 17 años antes de su muerte a los 96 años en 2022.
"Siempre tuve la sensación de que no quería llegar hasta el presente", dice el creador y guionista de la serie, Peter Morgan, en un reportaje para Netflix estrenado este fin de semana. "Siempre quise mantenerme a una distancia prudencial de donde estamos ahora".
Para lograrlo, señala Morgan, "teníamos que construir, narrativamente, un episodio en el que te sintieras realmente satisfecho de haber llegado al final, aunque estuvieras a casi 20 años del final."
El final resultante, que une en la pantalla a las actrices Claire Foy, Olivia Colman e Imelda Staunton -que han interpretado a la reina Isabel a lo largo de las seis temporadas de la serie-, establece un conflicto en el seno de la jefa de Estado que, al final, reafirma su larga devoción hacia su deber cívico desde que asumió la corona con cierta reticencia en 1952, sólo dos meses antes de cumplir 26 años.
"Escribí el episodio final siendo una conversación interna que la Reina mantenía sobre si debía continuar o ceder el testigo a Carlos", explica Morgan. "Pensé que se podía dramatizar el diálogo interno con ella en conversación con su yo más joven. Fue un reto divertido, porque me comprometí por completo a no llegar a la actualidad […] Estoy orgulloso de haber llegado hasta el final y de haber hecho lo que dije que haría", dice, reafirmando su creencia de que su serie está "parando en el momento justo".
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