El episodio 3 de El Pingüino profundiza en lo que puso a Victor (Rhenzy Feliz) en el camino de Oz (Colin Farrell).
Resulta que el ataque de Enigma a Gotham acabó con la vida de sus padres cuando el agua que entraba en la ciudad desde los diques destruyó el apartamento familiar.
Desde que conoció a Oz, Victor ha seguido demostrando su valía y está claro que el gran hombre se ha dado cuenta. Empieza a hacer gestiones para que el chico -a falta de una palabra mejor- esté bajo su protección, asegurándose de que le paguen y de que se involucre más en el negocio. Feliz dice que la pareja tiene una «interesante combinación» de padre/hijo y hermano mayor/hermano menor.
«Él le introduce en este mundo, y es como una relación de mentor y aprendiz», dijo Feliz. «Es una dinámica interesante. Me interesa más cómo se siente Victor con Oz y qué tipo de dinámica crea. No fue tanto una decisión con un objetivo final, sino que en gran parte se debe al hecho de que, en cierto modo, admira a Oz».
También se nos presenta a Graciela, la novia de Víctor, con la que estaba la noche en que murieron sus padres. Ella es justamente esbozada por Victor trabajando con Oz – quien está haciendo movimientos para adquirir la droga Bliss de Sofia (Cristin Milioti) para venderla. Graciela sugiere que los dos se vayan de la ciudad en un autobús. Oz se entera de la oportunidad de Victor de marcharse y explota contra él después de una noche de éxito dirigiendo Bliss antes de traicionar a Sofía y hacerse ellos mismos con la operación. Víctor sale furioso del club para tomar una decisión: irse con Graciela o quedarse con Oz.
«Juegan con el aspecto de la toma de decisiones y el arrepentimiento», dice Feliz. «Por un lado, Graciela encarna en cierto modo a su familia, su vida tal y como él la conoce y la cierta bondad que siente que lleva dentro. Pero lo que Oz le ofrece es muy seductor: hay dinero, hay poder, hay emoción y hay un propósito.»
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