En Gladiator II, recién estrenada en salas de cine, los emperadores gemelos Geta y Caracalla, interpretados por Fred Hechinger y Joseph Quinn, son bastante inestables. En la primera entrega, Gladiator, el emperador Cómodo, interpretado por Joaquin Phoenix, también también era un tirano.
Según el director Ridley Scott, hay una razón histórica muy concreta para ello:
«La gente se olvida de que toda la aristocracia senatorial romana rica y de alto nivel vivía del agua, que se canalizaba a través de tuberías de plomo y tanques de plomo», dijo Scott al medio norteamericano The Hollywood Reporter. «La gente no piensa en eso. Tu elección es agua o vino. Cuando bebes agua, es a través de un sistema de plomo que para entonces podría tener 200 años. No me extraña que estén como una puta cabra. Van todos a medio camino del Alzheimer».
En otra entrevista reciente, Scott también reveló que su versión original de Gladiator II -que está cosechando elogios de la crítica, que la considera su mejor película en años- duraba casi cuatro horas, y que algún día podría estrenarse una versión extendida. También ha dicho que ya tiene una idea para Gladiator III.
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