Desde su estreno en 2021, El juego del calamar se ha consolidado como un auténtico fenómeno de estilo de vida, convirtiéndose en la serie más vista de la historia de Netflix, con un total de 1.650 millones de horas de visionado por parte de los usuarios que se han visto arrastrados por la apasionante y adrenalínica historia de Gi-hun y compañía.
Con los nuevos episodios disponible, ya crece la expectación por lo que será la tercera y última temporada, que llegará a la plataforma dentro de aproximadamente un año. Afortunadamente, los aficionados podrán amenizar la espera con otra aclamada serie de suspense y supervivencia, que no sólo presenta varias similitudes con El juego del calamar, sino que en algunos casos se considera incluso mejor.
Hablamos de Alice in Borderland, una serie japonesa dirigida por Shinsuke Sato basada a su vez en el manga del mismo nombre escrito y dibujado por Haro Asō. En ella conocemos a Arisu Ryouhei, un joven desempleado y obsesionado con los videojuegos que se encuentra inesperadamente en un Tokio distópico y completamente abandonado. En compañía de sus mejores amigos, Chōta y Karube, deberá participar en una serie de juegos misteriosos y mortales para asegurar su supervivencia. Arisu también formará equipo con la misteriosa Usagi para dar con los misteriosos creadores de la cruel competición.
Comparados con los de El juego del calamar, los juegos de Alice in Bordeland son mucho más exigentes físicamente. Se dividen en categorías correspondientes a los conocidos palos de naipes franceses: tréboles, corazones, picas y diamantes, y el nivel de dificultad varía según el número de la carta. Los Tréboles representan retos que sólo pueden superarse mediante el trabajo en equipo; los Corazones representan juegos psicológicos; las Picas representan juegos que requieren un gran esfuerzo físico y una gran resistencia, fuerza y agilidad; mientras que los Diamantes son retos de inteligencia, lógica y estrategia.
Al igual que El juego del calamar, el tema de la violencia y los respectivos enfoques morales de los personajes ante las diversas dificultades que encuentran desempeñan un papel central. Sin embargo, en Alice in Borderland, los jugadores desconocen las motivaciones de su participación en la competición, un factor que marca una importante diferencia en el tono de las dos series.
La serie japonesa también hace más hincapié en la indiferencia de la sociedad hacia sus protagonistas. A diferencia de Gi-hun, Arisu no tiene ningún propósito real y a menudo tiende a subestimarse, pero en cambio muestra una brillantez inesperada cuando se enfrenta a escenarios potencialmente letales. De hecho, Alice in Borderland explota el concepto de supervivencia del más fuerte para mostrar lo que un ser humano es capaz de hacer una vez privado de las limitaciones del constructo social en el que vive.
Otra diferencia fundamental se encuentra en la relación entre las dinámicas entre los miembros del equipo. En Alice in Borderland, la confianza entre los jugadores se pone a prueba constantemente, lo que da lugar a una gran variedad de situaciones incómodas que a menudo empeoran las cosas. Aunque Arisu crea un vínculo excepcional con Usagi, no siempre le ayuda la suerte, ya que en casi todas las partidas su confianza es traicionada por personas a las que considera sus amigos.
En resumen, es innegable que Alice in Borderland tiene una premisa similar al calamar, pero posee una personalidad distinta y peculiar que no dejará de tocar la fibra sensible de los fans que ya hayan disfrutado de la serie coreana.
Las dos primeras temporadas de Alice in Borderland están actualmente disponibles en Netflix.
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