Stanley Tucci se sincera sobre las dificultades profesionales a las que se enfrentó después de El diablo viste de Prada.
El actor, que interpretó a Nigel en la película de 2006 protagonizada por Anne Hathaway, Meryl Streep y Emily Blunt, dijo recientemente a Vanity Fair que tuvo dificultades para conseguir otro trabajo después de la película, que tuvo éxito en taquilla y ganó dos Oscar.
«Después de El diablo viste de Prada, no conseguí trabajo, y no lo entendía, pero así eran las cosas», dijo Tucci. «Así que fui e hice cosas que no necesariamente quería hacer, pero las hice».
Aunque el actor de Cónclave no especificó qué proyectos pasados no quería hacer, añadió que su carrera como actor «siempre ha pasado por estas fluctuaciones, y a veces es sólo el negocio. A veces eran razones personales por las que no puedes trabajar».
«Haber estado enfermo hace seis años, eso echó por tierra el trabajo durante un tiempo, y luego te recuperas poco a poco», explicó Tucci. «Pero tenía que empezar a hacer cosas. Necesitaba trabajar porque necesitaba dinero. Probablemente empecé a trabajar demasiado pronto. Realmente no tenía energía para hacerlo después de los tratamientos, pero tenías que hacerlo, y al final vuelves a subir.»
Además de la película dirigida por David Frankel, Tucci ha protagonizado decenas de proyectos a lo largo de su carrera, entre ellos The Lovely Bones, que le valió una nominación al Oscar al mejor actor de reparto, Julie & Julia, Spotlight, Patient Zero y la franquicia de Los Juegos del Hambre.
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