La actriz Hannah Waddingham, que interpretó a la fanática religiosa Septa Unella en Juego de Tronos, ha hablado acerca de la escena de la serie que la dejó traumatizada.
Se trata de una secuencia de tortura en la que Cersei Lannister, interpretada por Lena Headey, le echaba vino en la cara. Según declaró a The Late Show with Stephen Colbert, rodaron la escena durante 10 horas y fue como si la «sometieran a un ahogamiento simulado» en busca de autenticidad.
Waddingham dijo que la escena fue «horrible» y que, cinco años después de la última temporada, sigue teniendo «claustrofobia crónica» como resultado de su experiencia.
Waddingham dijo que había hablado de su enfermedad con los creadores de Juego de Tronos, David Benioff y D.B. Weiss, desde que terminó el rodaje. «Tronos me dio algo que no esperaba», dijo.
La actriz de Ted Lasso y The Fall Guy ha hablado sobre el rodaje de la escena en el pasado Collider Ladies Night, durante el cual dijo que fue el segundo, después del parto, en ser el peor día de su vida.
«Lena estaba incómoda echándome líquido en la cara durante tanto tiempo, y yo estaba fuera de mí«, dijo. «Pero en esos momentos, piensas: ‘¿Sirves la pieza y sigues adelante? O te acobardas y dices: ‘Esto no es para lo que he firmado'». Waddingham añadió que la escena originalmente iba a mostrar a Unella siendo violada por Gregor Clegane, conocido como La Montaña (Hafþór Júlíus Björnsson).
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