Antes de su estreno, Thunderbolts* ha sido promocionada como un tipo diferente de película de Marvel, por estrellas como Florence Pugh y Sebastian Stan, así como por las primeras reseñas de la crítica que elogian el proyecto por inyectar al MCU «sangre y dirección nuevas».
En particular, se ha hablado mucho sobre la «soberbia» reaparición de Pugh como Yelena, la ex Viuda Negra y hermana afligida de Natasha Romanoff (Scarlett Johansson), especialmente dada la determinación de la estrella de hacer ella misma una acrobacia que pondría los pelos de punta incluso a Tom Cruise.
Durante la gira de prensa, Pugh habló previamente de molestar al jefe de Marvel Studios, Kevin Feige, para poder saltar desde el segundo edificio más alto del mundo, a 2.227 pies y eclipsado sólo por el Burj Khalifa.
«En realidad, creo que meterme en la mente de Yelena me salvó porque en esa escena se supone que no tiene que estar asustada, sino simplemente relajada ahí arriba», dijo la actriz. "Así que tuve que fingir que era ella. ‘No pasa nada, sólo estoy colgando con los pies de esa altura demencial’. Así que eso me salvó".
En cuanto a la complejidad emocional de su personaje, añadió: "Nuestro deber como actores es proteger y defender a nuestros personajes y darles vida. Hay tantas cosas en la página, pero es lo que se añade en el último 20% lo que realmente hace a cada personaje que interpreta un actor. Hay tantos -ismos que me gustó mucho incluir en la película".
Fuente: Deadline
Foto: Axelle/Bauer-Griffin (Getty Images)
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