Laura y Alberto Caballero, ‘Machos alfa’: “La venganza de la comedia es su permanencia en el tiempo”

Machos Alfa tercera temporada

Han empezado el año con dos estrenos seguidos: la segunda temporada de Muertos S.L. (en Movistar Plus+) y la tercera temporada de Machos alfa (en Netflix). Pero, además, están a punto de meterse en el rodaje de la cuarta de esta última, han firmado ya la tercera de Muertos y les esperan dos más de La que se avecina (sumando así 17 temporadas), uno de los títulos que les colocaron en el respetable y respetado lugar que ocupan en el audiovisual español. Ese lugar desde el que han roto muchas barreras y prejuicios sobre la comedia y sobre las series y desde el que ven, cada vez más cerca, el salto al cine que hasta hace muy poco no querían dar.

Con el ritmo que lleváis, ¿no da tiempo a sentir alivio por ver por fin vuestro proyecto estrenado?
Alberto Caballero: Sí, hombre, alivio siempre porque significa que está todo el material acabado, que está montado, que está editado, que está bien, que es aceptable, que es emitible, ¿sabes? O sea, que a partir de ahí ya te quitas un problema de encima. Y ahora llega la siguiente parte: la recepción, que guste. En ese sentido, los estrenos en plataforma son completamente diferentes a los estrenos en abierto. Aquí estamos un poco todavía a la expectativa de empezar a recibir datos. Tenemos el feedback de la gente que nos comenta en directo, de la gente que nos escribe…
Laura Caballero: Yo, sobre todo, el alivio de calmar las ganas que tenemos ya siempre a estas alturas por estrenar. Y como la gente siempre está, ¿para cuándo la segunda? ¿Para cuándo la tercera? Según terminan de verla, pues entonces sí que ya tenemos muchas ganas de decir: “Bueno, tomad, a ver qué os parece”.

¿Y cómo están siendo esas respuestas inmediatas por la tercera temporada de Machos alfa?
AC: Nosotros tenemos un porcentaje desaforadamente alto de críticas positivas. Quiero decir que, incluso en redes tan complicadas como X, antiguamente conocida como Twitter, la recepción está siendo excepcionalmente buena. Y para mucha gente es la mejor temporada. También es verdad que, cuando te gusta una serie, sobre todo en las primeras temporadas, ya le vas cogiendo el truquillo a los personajes, y las juzgas de una manera más benévola porque estás ya muy metido en la historia. Tienes que hacer una temporada especialmente floja para que la gente te la critique mucho.
LC: Yo lo veo, sobre todo, porque tardo mucho más ahora en volver a casa. Porque si voy al cole, los padres todos me paran para decirme algo. Si voy a la pescadería, pues el pescadero me lo dice y, además, me encanta porque te cuentan toda la trama entera de Machos. Tardo muchísimo en volver por el cariño de la gente. De momento, por lo que nos está llegando, sí parece la favorita.

¿Es quizá porque, como conocemos a los personajes, os habéis permitido un mayor compromiso dramático dentro de la comedia?
AC: Para mí es una catástrofe porque no pretendemos hacer una serie dramática y ejercemos una militancia feroz contra el drama. Lo que pasa es que, en el proceso de contar la historia de esta gente, pues efectivamente hay altibajos emocionales por parte de los personajes y eso te puede llevar a situaciones un poquito más emotivas. Pero nuestra intención nunca ha sido hacer un drama. Lo que pasa es que es cierto que luego, cuando ves la temporada, pues digamos que hay partes y tramas de un poquito más de carga emocional, que parece como que le dan hondura y profundidad a la serie. Bueno, eso tendremos que medirlo para no pasarnos. Y bueno, si a la gente le ha gustado, bienvenido sea también.
LC: A mí también me están diciendo que es la temporada con la que más se están riendo. Y esos momentitos también de verles un poquito más el almita, pues yo creo que viene muy bien porque les están pasando cosas que realmente afectan mucho, que son duras… Tienes que acabar viéndolos un poco que tienen su alma y que les afectan las cosas, porque si no pierde. Y esos momentos de comedia creo que necesitan esos momentos de apoyo, de verles realmente cómo son y que son personas y que sufren.

Machos Alfa tercera temporada

¿Y cómo creéis que está ayudando la serie a introducir y explicar a un gran público, de muchas edades, conceptos como incels, machosfera…?
AC: Esto lo hablamos mucho al principio, lo divertido no era convertirlo ni en un panfleto, ni en una oda machirula, ni llegar a intentar simplemente exponer algo que está pasando desde el humor, lo divertido son las lecturas que hace la gente, porque de repente uno lo ve como la quinta esencia del wokismo y financiado por el Ministerio de Igualdad, y otros lo ven como una exaltación de los valores machirulos más clásicos. Pero bueno, esto es lo divertido, que cada uno se queda con lo que quiere. Desde un punto de vista global, creo que es una serie muy sana. Nos han dicho cosas muy bonitas, como que esto debería estudiarse en los institutos, pero más allá, porque nuestra labor no es dogmática, no es adoctrinante, sí creo que es una serie positiva, porque al final, por muchos esfuerzos que haga el sector más progre de la población, los que pretenden ser avanzados del feminismo de cuarta ola o los gurús autoproclamados de la nueva masculinidad, pues al final, la realidad, por injusta que sea, es que probablemente logremos más adeptos hacia la nueva masculinidad con Machos alfa que con toda la bibliografía que haya publicada sobre el tema, porque a través de la comedia se pueden contar cosas muy serias que calen mucho y que le hagan a todo el mundo preguntarse muchas cosas, entonces desde ese punto yo creo que es una serie muy sana, que ha llegado en un momento muy oportuno y que todo lo que ayude a replantearnos, a repreguntarnos como hombres fundamentalmente, pero también como mujeres y como relaciones, como sociedad, yo creo que es muy positivo.
LC: Y está pasando todo tan rápido, está evolucionando todo a toda pastilla, que creo que para los que vamos a tener hijos adolescentes dentro de pocos años está muy bien, simplemente por glosario, estar al día aprendiendo términos, de ese tipo de relaciones para cuando pasado mañana nos hagan preguntas. E independientemente, aunque no tengas hijos, viene súper bien estar ahí, porque si no, igual hay veces que no tienes ni tiempo de saber lo que está pasando fuera un poquito de tu círculo más cercano.

Por eso, aunque no la pensarais, la serie está teniendo un cierto punto educativo.
AC: Intentamos tratar temas que a nosotros nos interesan, nos preocupan o nos despiertan cierta curiosidad. Porque también es una forma de dignificar la comedia, porque independientemente de que lo que pretendas sea divertir, estés tratando temas de cierto calado y también se trata de ser valiente. La labor de la comedia es remover, por lo menos de la buena comedia, tal y como la entendemos nosotros. Es tocar puntos que en un momento determinado puedan incluso ser polémicos o teóricamente tabú, que luego en realidad es mentira y no lo son. Estamos mucho más preparados como sociedad para hablar abiertamente de muchos más temas de los que nos estamos haciendo creer unos a otros, fundamentalmente a través de las redes sociales. Pero luego en la realidad no hay esa censura.
Históricamente, hemos sido un país muy preparado para el humor, para el humor negro, para el humor de todos los colores. Yo creo que no es nuestra pretensión, efectivamente, pero tampoco rehuimos ni evitamos eso. Al final lo que queremos es que haya una serie que tenga su personalidad, que sea auténtica.

¿Cómo hacéis para que cada título tenga su personalidad y mantenga esa firma común, ya sello de vuestra casa y productora, de Los Caballero, de Contubernio?
LC: Justo lo pensaba el otro día viendo los menús de las plataformas, entre tanto crimen, tanto thriller, ciencia-ficción… creo que a la gente le gusta identificarse de alguna manera con los personajes. Encontrarte con algo que pueda ser un poco más cercano a ti, a tu familia, a tu pareja… A la gente le da mucho gustito y creo que confort que se meta en tu casa, porque mucha gente, además, lo vemos ya incluso desde la cama y nos gusta ver este tipo de series con las que te reconoces.
AC: La marca, lo que nosotros ofrecemos, es comedia honesta, honesta en el sentido de que es generosa en cuanto a contenido y sin complejos. Luego ya la calidad, la trascendencia, eso lo decide cada uno. Pero también tenemos la tranquilidad –que hemos comprobado, porque ya llevamos unos cuantos años en esto–, que al final el tiempo lo decide. El tiempo es el que da la auténtica dimensión de las creaciones de todo tipo.

Machos Alfa tercera temporada

¿Veis Machos alfa lejos en el tiempo también?
LC: Es que esta serie no puede estar más viva. Tenemos Muertos y tenemos esta que está muy viva [risas].
AC: Probablemente, es absolutamente impensable que nosotros volvamos a hacer otra serie de 15 temporadas. Te diría casi insano, casi responde más a un síndrome de Estocolmo tanto nuestro como del público. Pero como esto mismo era lo que pensábamos hace 15 años, entonces es mejor no abrir la boca, optar por la política de Simeone, partido a partido, aplicada a la ficción: temporada a temporada. Y esto también va por las modas y las inercias, ahora está diseñado alrededor de la novedad casi patológica, más madera, pero yo creo que las series que más se quedan en nuestra cabeza son las que duran más de dos temporadas. Entonces yo creo que sí, se acabarán haciendo más temporadas.

LA PELÍCULA DE LOS CABALLERO

Y mientras llegan, parece que estáis más cerca de pasar al cine.
AC: Cuando eres más pequeño, Laura, por ejemplo, estaba como loca por hacer una película, pero luego te vas dando cuenta de que hacer una serie es lo mismo el proceso creativo es el mismo y ya hoy día el proceso productivo es el mismo y en muchos casos la manera de exhibirlo, de distribuirlo es la misma, que es a través de una plataforma de streaming. Entonces ese estrés se nos ha quitado y hemos ido buscando cuáles son los momentos oportunos y qué proyectos realmente nos apasionan lo suficiente para hacer una peli y que sea un contenido que no podamos contar a través de una de nuestras series, que es difícil. Pero, bueno, efectivamente, acabará sucediendo.
LC: Y lo que sí tenemos claro es que al final de la película todos los personajes morirán, para que no nos pregunten para cuándo la siguiente parte.

Lo bueno es que ya no tenéis que andar defendiendo las series…
AC: Al final, todos pertenecemos al mismo gremio que es el de contar historias. Tradicionalmente había una diferencia entre cine y televisión, pero, afortunadamente, no sólo se ha hecho justicia, sino que ha habido incluso cierta venganza porque desde hace tiempo ya las series son mucho más populares que el cine. De hecho, la mayor parte del cine ultrapopular se ha convertido en sagas.

Otro muro que habéis roto es el de la comedia como el “hermano pobre”, porque vuestras series, como se ve en Machos alfa, también puede y debe tener recursos y un proceso casi cinematográfico.
AC: Bueno, yo creo que la comedia más que el hermano pobre es el hermano difícil, por eso hay menos gente que se atreve a hacerla y, por eso, da más respeto desde el punto de vista de producirla y de crearla. Estamos en una sociedad que agradece muchísimo la comedia, pero en una industria que la penaliza a nivel de prestigio a nivel de premios. Pero yo siempre he dicho que la venganza de la comedia es su permanencia en el tiempo y cuando todos esos dramas geniales maravillosos y multipremiados desaparecen en la noche de los tiempos, la comedia sigue ahí, la gente la sigue consumiendo y sus personajes siguen haciendo felices a la gente. Siempre digo que la inteligencia artificial está pudiendo reproducir diálogos razonablemente potables en estructura, digamos, dramática, pero en estructura de comedia lo que hemos probado nosotros o no sabemos utilizar la herramienta o se le da muy mal eso del pensamiento lateral. En realidad, escribir, dirigir y producir comedia es exactamente igual que hacer drama, pero para mí con un puntito más de complejidad creativa que es lo que la hace más estimulante, no acabar de dominarlo… A mí eso es lo que me estimula mucho, cada uno tenemos un sentido del humor y de repente poder congregar a un cierto número de audiencias alrededor de una comedia es algo muy mágico. Por eso cuando funciona y cuando conecta con la gente, la gente se vuelca tanto, crea una sensación de comunidad que yo creo que no te genera el drama.

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