Alien: Planeta Tierra (estreno en Disney+ 13 de agosto) es la primera serie de acción real de la franquicia Alien en la que terroríficas criaturas extraterrestres aterrizan en nuestro mundo. Hablamos con su creador y showrunner, Noah Hawley (Fargo, Legión).
“En el espacio, nadie puede oírte gritar” es probablemente uno de los eslóganes más famosos de la historia del cine que ha acompañado a la saga Alien desde sus inicios en 1979, con la primera película dirigida por Ridley Scott. Se trata de una obra fundamental en la historia del cine, que nos ha dejado una franquicia con muchas patas: las películas posteriores Aliens: el regreso, Alien³ y Alien: resurrección, una serie de animación, una cantidad considerable de videojuegos, cómics y juegos de mesa, el crossover con la saga Depredador, las secuelas dirigidas por Scott (Prometheus y Alien: Covenant) y el spin-off Alien: Romulus.
También producida por Ridley Scott, la primera serie de acción real que estira el universo se llama Alien: Planeta Tierra y comienza con una misteriosa nave estrellándose contra Ciudad Prodigy en un futuro en el que nuestro mundo está gobernado por grandes corporaciones tecnológicas. Un grupo de soldados encargados de la seguridad de la metrópolis y otro formado por híbridos, una nueva generación de androides con cuerpos sintéticos y alma humana, buscan supervivientes entre los escombros. Sydney Chandler, Timothy Olyphant, Alex Lawther están entre los protagonistas.
Al mando se encuentra Noah Hawley, uno de los autores más importantes de las series hoy, escritor y también director de algunos capítulos de Fargo y Legión.
¿Cuál era tu relación con Alien antes de hacer esta serie?
Cuando se estrenó la primera película, tenía entre 10 y 11 años. No pude verla en el cine, aunque no tardé en hacerlo. Sin embargo, vi la segunda, la de James Cameron, en el cine. A muchos nos entusiasmó la yuxtaposición entre la vida cotidiana de los ‘camioneros del espacio’ y el creciente horror de las criaturas alienígenas. Otra cosa que me encantó fue el hecho de que no queda claro quién es la protagonista, hasta que Sigourney Weaver es la única superviviente. La forma en que se presentan estos elementos de forma lineal los hace originales e innovadores, y creo que por eso tuvo tanto impacto en el público, porque hasta ese momento el terror y la ciencia eran muy exagerados. En cambio, Alien parecía muy real.
Tu “especialidad” es adaptar a la televisión historias de mundos narrativos ya existentes, como Fargo (a partir de la película de los hermanos Coen) y Legión (inspirada en un personaje de Marvel), y has dicho varias veces que su método consiste en intentar reproducir la forma en que le hizo sentir la obra original. ¿A qué obra original recurrió para Alien: Planeta Tierra?
Me fijé especialmente en las dos primeras películas, que tienen elementos únicos. La primera es muy setentera y la segunda, ochentera, pero comparten el enfoque de la lucha de clases. En ambas se cuenta la vida de gente corriente sometida a la voluntad de las grandes corporaciones. Y reflejan lo peligroso que puede ser el ser humano. Te quedas con la sensación de qué puede ser peor que esas criaturas. Era un terreno muy fértil para explorar en la serie.
La franquicia siempre ha mezclado terror y ciencia-ficción, y ha tratado en paralelo los monstruos y la vida artificial. ¿Cómo encajan estos elementos con la decisión de ambientar la serie en la Tierra?
Quería crear un mundo con el que los espectadores pudieran identificarse. En la serie hay un viaje de la infancia a la edad adulta, ¿qué puede ser más universal que eso? La idea básica es que la humanidad debe madurar si quiere sobrevivir. Para ello, debe enfrentarse a todas las amenazas, no sólo a la alienígena. Hay demasiado poder en manos de muy pocas personas que, además, son muy inmaduras. He intentado plasmar esta idea de manera más literal, menos metafórica.
Ha incorporado símiles literarios, con la repetida referencia al Peter Pan de J. M. Barrie, ¿por qué?
Si una película de Alien es una historia de supervivencia en la que sólo puede quedar uno, ¿por qué la serie no puede tratar de la supervivencia de toda la humanidad? Y la pregunta pasó a ser si la humanidad se merece sobrevivir. En ese momento, me dije que, si queremos explorar este tema, ¿qué hay más humano que un niño? Los niños no saben fingir, no saben tener miedo ni mentir. Todo lo extraordinario de la humanidad se manifiesta con claridad cuando somos niños. Tenía en mente la idea de niños transhumanos dentro de cuerpos adultos, lo que me llevó directamente a la metáfora de Peter Pan. También me vino a la mente la percepción de un multimillonario algo mayor, un niño prodigio. La analogía con Peter Pan se hizo cada vez más patente, así que releí el libro y me di cuenta de lo sombrío que es. La versión de Disney habla con ternura de estos niños que no quieren crecer, pero en el libro Peter odia a los adultos y se insinúa que, cuando los Niños Perdidos crezcan, los eliminará.
Además, usted también es escritor. ¿Influye el hecho de escribir novelas en su forma de trabajar los guiones?
Sí, gracias por preguntar. Todas las historias tratan sobre personas que toman decisiones. Al escribir ficción, te das cuenta de que esas decisiones son el resultado de un proceso físico y mental. En un libro tengo que llevarte al interior de un personaje y hacer que lo entiendas. En la pantalla tengo el diálogo y la acción, pero esto no me exime de tener que hacer el mismo trabajo en el interior. No existe una versión simplista a la hora de elegir un personaje. Escribir guiones puede ser reduccionista; por ejemplo, decides que un protagonista tiene un problema con su madre y todo gira en torno a eso, cuando en realidad estamos dominados por una multiplicidad de emociones e ideas que entran en conflicto. Por eso, mis guiones tienden a ser menos predecibles e inesperados, porque intento mantener una conversación sobre quiénes somos realmente por dentro.
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