Crítica ‘Black Snow’ (Capítulo final)

Snow

★★★★/★★★★★

Lucas Taylor, el creador de este thriller en dos tiempos consigue generar un ambiente envolvente que se desenvuelve a la perfección transitando entre los giros de guion habituales del género, pero con una particularidad, el rol de cada uno de los personajes se reinventa sin descanso posando las sospechas sobre unos y otros de la autoría de un asesinato que el espectador tampoco conocerá hasta el final.

La serie cuenta con todos los elementos esperables de un relato criminal de misterio y hace uso de todas las estrategias a su alcance, sin embargo, no pierde frescura y consigue huir de los tópicos. Lo mismo ocurre con el australiano Travis Fimmel, protagonista arquetípico de investigador obsesionado con el caso, pero la expectación generada por su regreso tras Vikingos no ha sido en vano. Sin abandonar los matices clásicos de poli protagonista le regala al personaje un aire renovado exponiendo sus propias luces y sombras a lo largo de seis capítulos.

Comparte reparto con un elenco novel que encabeza Blackman-Corowa, (interpreta a la víctima en 1994), que se entrega a una trama que elige centrarse en dibujar su personaje a medida que se va descubriendo su verdadera historia más que la investigación en sí misma.

Jemmason Power interpreta a su hermana en 2019 y se mete en la piel de uno de los personajes más cambiantes de la serie, además de acaparar la atención en muchos momentos por dejar ver claramente que oculta algo, pero nunca lo suficiente para atreverte a adivinar qué.

Como escenario de fondo al hilo conductor de la historia, la investigación en torno al asesinato de una adolescente hace 25 años, Taylor, con Sian Davies y Matthew Saville a la dirección, se atreve a dar cabida a una cuestión de peso en Australia: el esclavismo y reclutamiento en las islas oceánicas para trabajar el azúcar de caña. 

Black Snow es en definitiva eficaz como thriller, pero extremadamente valiente como producto televisivo que se atreve a desafiar un género clásico con nuevas propuestas.

Lo mejor: La apuesta por el trasfondo histórico es un acierto que convierte todos los elementos de un thriller en un soplo de aire fresco.

Lo peor: La intriga pierde algo de fuerza a partir del segundo capítulo.

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