★★★★/★★★★★
Travis Fimmel (Vikingos) ha vuelto a lo grande a la pequeña pantalla con varios títulos este año, uno de los más esperados es Black Snow, una miniserie que acaba de estrenarse en España de la mano de Filmin.
Dirigida por Sian Davies y Matthew Saville, la historia se centra en el caso de Isabel Baker, de diecisiete años, que fue asesinada en 1994. El crimen conmocionó al pequeño pueblo de Ashford y devastó a la comunidad australiana de isleños del Mar del Sur de Isabel.
Desde el primer minuto el guion transcurre entre dos épocas distintas: 1994, el año en el que sucede el crimen que quedó sin resolver, y 2019, fecha en la que el detective James Cormack, interpretado por Fimmel, decide reabrir el caso tras la apertura de una cápsula del tiempo en el antiguo instituto de Baker. Los alumnos dejaron objetos y cartas 25 años atrás en una caja que se abriría en el centenario del centro, entre ellas, las de la víctima, que desvelan una pista estaba esperando a ser desenterrada.
Esta nueva clave del caso es solo la pista introductoria a muchas otras que se irán presentando al espectador navegando de una forma natural entre las dos etapas, y posicionándole en el lugar de investigador de manera inevitable. Desde el primer capítulo el relato da pie a jugar con los nuevos datos y a probar a dar con el culpable.
El guion presenta detalles sutiles, una fecha, un regalo, una conversación entre hermanas… que nos animarán a ir cambiando de sospechoso según avanza la historia, en la que pasado y presente se van acompañando, y que se sirve de una estructura narrativa idéntica en ambos tiempos.
Si la intensidad con la que comienza consigue mantenerse hasta el final, Black Snow promete atrapar al espectador en un viaje de ida y vuelta en el lapso de 25 años que guardan la respuesta al gran misterio que ha condenado a esta comunidad isleña.
Un ejercicio valiente de la televisión australiana, bien construido desde el primer capítulo, con, por el momento, una dosis de suspense bien gestionada que nos permite seguir la trama sin complicaciones pero con altas dosis de intriga.
Lo mejor: El final del primer capítulo promete un viaje de intrigas del que será difícil despegarse.
Lo peor: Por el momento, el personaje de Travis Fimmel no ofrece grandes sorpresas.
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