Crítica ‘Círculo Cerrado: Lealtad’

Lealtad

★★/★★★★★

El capítulo cinco arranca centrado en el personaje de Harmony, que durante toda la serie ha cargado con el componente cómico del guion y ahora se acentúa en uno de los momentos más intensos de su trama con la huida de su confidente. Salen a la luz algunos asuntos de su pasado que la sacan definitivamente de la investigación policial, al menos, de manera oficial.

Este relato de venganza y superstición avanza hacia su final navegando en en las relaciones de un reparto coral que tiene mucho más en común de lo que se pensaba inicialmente. El entramado cada vez más complejo que ha llevado a las familias a enfrentarse sigue jugando al despiste, aunque las conexiones entre todos empiezan a asentarse y la desesperación por salir del desastre que vertebra toda la historia hace que algunos personajes empiecen a ceder a la tensión y motiva las primeras traiciones.

Este capítulo nos permite encontrarnos de nuevo con Chef Jeff y descubrir algunas claves de su pasado que tienen consecuencias en la trama actual. Entenderlas hará que el círculo que se ha dibujado a su alrededor se vaya cerrando y avanza de manera trepidante hasta encontrarnos de frente con un clímax asfixiante que dinamita el principio del final del misterio en una habitación de hotel.

El personaje de Sam empieza a encontrar sentido a algunos secretos de su propia historia y por fin parece que todas las respuestas se van concentrar en las dos últimas entregas de la serie. 

Círculo Cerrado no ha sido una excepción para Soderbergh, que no ha perdido oportunidad de seguir exhibiendo su maestría en la dirección de fotografía, un sello distintivo que en esta serie adquiere especial relevancia en el uso de la luz natural, también en las escenas nocturnas. Los planos secuencia y el uso de la cámara en mano le dan a la tensión del momento el lugar que merece y nos permite meternos dentro del personaje y una inmersión hipnótica en el guion.

El cineasta consigue una atmósfera envolvente determinante para adentrarte un relato complejo que en el capítulo cinco nos precipita a un final brusco que no te dejará esperar para darle al play al último episodio.

Lo mejor: Se resuelven algunas tramas del pasado.

Lo peor: El guion no acaba de decidirse por una trama principal y sigue jugando al despiste.

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