Ricardo Darín protagoniza ‘El eternauta’, la novela gráfica argentina que denuncia el drama de los desaparecidos a través de la ciencia ficción

El eternauta

La partida de naipes de cuatro amigos se ve interrumpida bruscamente. A través de la ventana se ven copos de nieve fosforescentes y mortales, una auténtica tormenta radiactiva que es el trágico preludio de una invasión extraterrestre que diezmará a la población de la capital argentina y traerá muerte y destrucción al mundo. A partir de ese momento, Juan Salvo será testigo de una terrible historia llena de angustia, pero también de una voluntad desesperada de sobrevivir y resistir. Es en este lúgubre escenario de ciencia- ficción posapocalíptica donde arranca El eternauta, un clásico indiscutible del cómic argentino de finales de 1950 que ha viajado por todo el mundo.

Su principal mérito, aparte de un diseño gráfico extraordinario e innegable relevancia estética, es que anticipó, haciendo gala de gran capacidad profética, el drama de los desaparecidos, en cuya lista acabaría más tarde el propio autor, Héctor Germán Oesterheld.

Publicada originalmente entre 1957 y 1959 por la revista Hora Cero, se convierte ahora en una miniserie dirigida y escrita por Bruno Stagnaro (Pizza, birra, faso y Okupas). “Para enfocar la adaptación – ha explicado–, me puse en la piel de ese niño que quedó prendido al leer la historia por primera vez, y traté de reconstruir la emoción genuina de vivir una aventura en la esquina del barrio, junto a ese gran héroe argentino que es Juan Salvo”. De hecho, lo que hace que El eternauta sea tan memorable es, sin duda, su capacidad para sintonizar con un momento histórico especialmente convulso en el país del mate, en una coyuntura de golpes de estado, escenarios económicos y políticos tensos y un creciente descontento popular.

Desde este punto de vista, el cómic se constituye como un grito de resistencia contra todas las dictaduras. Un clamor más actual que nunca, en el que sobrevivir a la ceguera del poder mediante la fuerza subversiva del individuo y su disposición positiva hacia los demás ha pasado hoy a ser de vital importancia.

Al releer hoy el cómic, se aprecia claramente cómo el trasfondo metafórico de la obra cobra vida en las mesas, marcadas por una tristeza a veces vertiginosa. Dada su evidente fuerza simbólica, el cómic fue objeto de diversos intentos de censura y represión por parte del régimen militar que gobernó el país de 1976 a 1983. Oesterheld, que nunca ocultó ser de izquierdas, pasó a vivir en la clandestinidad desde donde continuó publicando sus obras en lugares secretos, convirtiendo a El eternauta en una muestra de profunda y despectiva disidencia hacia el régimen. Años más tarde, fue perseguido junto a sus colegas antes de desaparecer en 1977, en plena dictadura de Videla.

El cineasta Martín Mórtola Oesterheld, sobrino del guionista original, participa en el proyecto de Netflix como consultor creativo, lo que garantiza una conexión real con el guion original editado por el director Stagnaro junto con Ariel Staltari.

Sobre su serie de televisión, el propio cineasta explicó: “Para mí, El eternauta es el recuerdo de mi padre trayéndome los fascículos semanales de cómics. Creo que fue una de las primeras cosas que leí, tenía 10 años, y tuvo una profunda influencia en mi forma de entender mi país.

La sensación que me dejó aquella primera lectura me ha acompañado toda la vida y, en cierto modo, influyó mucho en lo que hice después. Creo que parte de la fascinación que supone hacer El eternauta es entender cómo afrontar las dificultades técnicas que entraña construir el mundo en el que sucede”.

El rodaje de la serie de seis episodios, producida por Netflix en colaboración con la productora argentina K&S Films, se llevó a cabo tras varios intentos fallidos de adaptación en las últimas décadas. El rodaje tuvo lugar en más de 35 localizaciones reales de Buenos Aires entre mayo y diciembre de 2023, y se utilizaron más de 25 decorados creados con tecnologías de producción virtual. El protagonista, Juan Salvo, está encarnado por el actor argentino Ricardo Darín, quien ha declarado sobre la esperada adaptación: “Hemos respetado la historicidad del cómic a la vez que proponíamos una nueva versión.

En la historia original, mi personaje tenía 30 años, mientras que yo tengo 60, así que adaptamos el papel a mi edad, pero sin distorsionar su esencia. No la escribí. De hecho, llegué más tarde, pero esta nueva interpretación encaja perfectamente en la historia y mantiene un fuerte vínculo con la obra original”.

“Veo este trabajo como una puerta de entrada para soñar con hacer en el futuro cosas de una escala similar. Es algo realmente muy grande”, ha dicho Darín, a quien acompañan en el reparto actores como Carla Peterson, César Troncoso, Andrea Pietra, Ariel Staltari, Marcelo Subiotto, Orianna Cárdenas, Claudio Martínez Bel y Mora Fisz.

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