Miranda Derrick, protagonista de la docuserie de Netflix Bailar con el diablo: La secta de 7M en TikTok , publicó un vídeo en Instagram en el que afirmaba que su vida y la de su marido James “se han puesto en peligro” desde el estreno del exitoso documental.
La serie de tres episodios, que se estrenó el 29 de mayo, sigue a un grupo de bailarines de TikTok que creen estar involucrados en una empresa de gestión de talentos llamada 7M. Bailar para el diablo se centra en Miranda Derrick, una de las integrantes que está distanciada de su familia, que intenta desesperadamente sacarla de allí. También retrata a Robert Shinn, líder de 7M y autoproclamado «hombre de Dios», pastor de una iglesia a la que sólo se puede asistir por invitación llamada Shekinah. Los miembros que escaparon del 7M compartieron sus historias de angustia y dolor bajo el mando del líder. Una antigua miembro, Priscylla Lee, que participó en la serie, ha interpuesto una demanda contra Shinn y otros miembros de Shekinah.
«Sé que normalmente no hago este tipo de contenidos», dice Derrick al comenzar su vídeo. «Sólo quería ser transparente y un poco vulnerable con vosotros. Antes de este documental, mi marido y yo nos sentíamos seguros. Ahora que ha salido a la luz, sentimos que nuestras vidas corren peligro. Nos han seguido en coche, hemos recibido mensajes de odio, amenazas de muerte, nos han enviado mensajes para que nos suicidemos y nos han acosado».
Derrick continúa compartiendo ejemplos, con aparentes capturas de pantalla de los mensajes que ha recibido. «Alguien me dijo que si te veía por la calle iría a por ti, así que más vale que te pongas en seguridad», afirma. «Alguien también dijo que, si te veo caminando por la acera, voy a venir a meterte en el maletero de mi coche».
La bailarina-performer, que tiene 2,7 millones de seguidores en TikTok y 1,7 millones en Instagram, echa la culpa a sus padres y a su hermana, Melanie Wilking. «No entiendo cómo mis padres y mi hermana pensaron que este documental me ayudaría a mí o a nuestra relación de alguna manera».
Al final del documental, se revela que Derrick y su familia se han reconciliado de alguna manera y se comunican. Sin embargo, las afirmaciones de la familia en la serie dicen que es a instancias de su presunto líder de secta para dar una falsa fachada de que no mantiene a sus jóvenes miembros alejados de sus familias.
Lamentablemente, Derrick insinúa que la línea abierta de comunicación podría estar cerrándose: «Desde hace un par de años me reúno con mi familia, en privado, para trabajar en nuestra relación, para arreglar las cosas, para reparar lo que se ha roto. Me ha encantado reunirme, reír, disfrutar de la compañía de los demás. Y este documental ha hecho que sea muy difícil seguir haciéndolo».
Concluye su vídeo abordando su falta de contenido últimamente y promete publicar más cuando «vea la luz al final del túnel», dando las gracias a sus seguidores que la han apoyado en todo esto.
Según los índices de audiencia más recientes de Luminate, Bailar para el diablo fue visto por unos 4,4 millones de personas durante la semana del 31 de mayo al 6 de junio.
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