¿’Siempre el mismo día’ es una adaptación fiel? Todas las diferencias entre el libro y la nueva serie de Netflix

Siempre el mismo día

¿Te has enamorado de Siempre el mismo día?, la nueva serie de Netflix protagonizada por Leo Woodall y Ambika Mod, y ahora estás pensando en leer la novela homónima de David Nicholls? O, viceversa, ¿te has enamorado de esta gran novela romántica y estás pensando en ver su nueva adaptación televisiva?

En este artículo queremos explorar las 10 principales diferencias entre la novela de 2009 y la nueva adaptación para la pequeña pantalla. 

Empecemos literalmente por el principio. David Nicholls, el autor de Siempre el mismo día es uno de los productores de la serie de Netflix, y su presencia evidentemente aseguró la absoluta fidelidad del guion a la novela original.

Sin embargo, ya desde el primer episodio se introdujeron algunos cambios. En primer lugar, la fiesta de graduación, esa fatídica noche del 15 de julio de 1988, en la que los protagonistas Emma y Dexter se conocen para lo que sólo podía quedar en un encuentro de una noche. La novela describe la fiesta en la Universidad de Edimburgo sólo al final, avanzando y retrocediendo en el tiempo, pero guardando los detalles del primer fatídico intercambio entre los protagonistas sólo para las últimas páginas.

En cuanto a 1989, en la serie vemos el viaje de Dexter a Italia. En el libro, el chico también hace un viaje a la India, antes de regresar a Inglaterra, a Londres, para iniciar su carrera como presentador de televisión. Su tatuaje del Ying y el Yang, en el libro odiado por Emma, también desaparece. En este capítulo de la novela, Dex también le había escrito una carta de amor, que nunca fue entregada y sólo se reencontró después de muchos años entre las páginas de un libro. Este importante elemento también desaparece, por lo que sus sentimientos son inicialmente más confusos.

Una de las diferencias fundamentales entre el libro y la serie es, por tanto, la relación entre Emma y Tilly. De hecho, la mejor amiga juega un papel más marginal en las páginas de David Nicholls, hasta el punto de que Emma ni siquiera se sienta a la mesa de la novia en su boda. Y lo que es más importante, en la novela Tilly tiene una aventura con Dexter, que incluye un masaje de pies digno de Pulp Fiction. Los guionistas decidieron eliminar por completo esta subtrama de la serie, aunque la versión más joven de Dex sigue siendo decididamente egoísta y superficial.

En general, sin embargo, las diferencias fundamentales entre el libro y la serie se refieren también a las escenas de sexo. La novela es mucho más recatada en este aspecto, y fue el propio David Nicholls quien señaló que la serie daba amplio espacio a muchos momentos más íntimos.

Otro acontecimiento totalmente alejado de la serie es la primera entrevista de trabajo de Emma como escritora. Convencida de que iba a presentar su libro a un importante editor, acabó en cambio en una entrevista como niñera, pasando una gran vergüenza. Otro momento de gran vergüenza, descrito en las páginas de la novela y completamente eliminado en la serie, se refiere al viaje a Grecia. Veremos a Emma y Dexter bañándose por la noche, mientras roban la ropa del niño. Sin embargo, no veremos a Leo Woodall, estrella emergente del cine británico, obligado a regresar al hotel cubierto únicamente por una bolsa de basura.

Y ahora las notas dolorosas. En el libro, en el primer aniversario de la muerte de Emma, Dexter recibe una conmovedora carta de su antiguo compañero, Ian. En la pantalla, el contenido de la carta se convierte ahora en diálogo. Las palabras cobran aún más fuerza, gracias al enfrentamiento directo entre los dos hombres, que no se verán hasta el segundo aniversario. Pero Ian sólo puede reiterar a su antiguo rival en el amor lo mucho que le quería su pareja, y cómo la hizo la persona más feliz del mundo.

Y terminemos con las que quizá sean las dos diferencias más flagrantes entre la novela y la nueva adaptación de One Day. En el libro, Dex encuentra un nuevo amor en Maddy, una figura solidaria que le ayudará mucho en el proceso de duelo. En la serie, en cambio, ella es sólo su empleada en el bistró. Una diferencia que, obviamente, hace aún más profundo el retrato de su sufrimiento, magníficamente interpretado por Leo Woodall.

Por último, si la figura de la mujer se reduce prácticamente a un extra en un segundo plano, la serie hará que familiares y amigos de toda la vida acudan en apoyo de Dexter en el primer aniversario de la muerte de Emma. En el libro, el hombre sólo los escucha por teléfono, mientras que ahora están físicamente presentes en este día de gran dolor. De hecho, a sugerencia de Tilly, lo convierten en una cita anual en la que se reunirán para charlar y recordar.

Pero si aún no lo has hecho, te recomendamos que te apresures a ver la serie en Netflix. Una nueva adaptación, más contemporánea, pero aún impregnada de auténtico romanticismo.

 

 

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