Músicos en el cine: Diez genios de la música han pasado por la gran pantalla antes del biopic de Bob Dylan

Músicos

Antes y después del Bob Dylan de Timothée Chalamet y James Mangold, las carreras y aventuras de muchos otros genios de la música han pasado y pasarán por pantalla grande. Aquí va una breve selección (de algunos de los mejores).

MICHAEL (ANTOINE FUQUA, 2025)

¿Se atreverá a ahondar de veras en la vida del que fuera proclamado Rey del Pop, Michael Jackson, o se contentará con ser otra de tantas hagiografías formularias? Comparte productores con uno de los últimos biopics musicales más mediádicos de los últimos años, Bohemian Rhapsody (2018), que incluyó la encarnación nominada al Oscar para Rami Malek del líder de Queen. Al parecer, su contenido ha sido supervisado por los propios herederos de Jackson. Veremos.

Jaafar Jackson as Michael Jackson in MICHAEL. Photo Credit: Kevin Mazur

Estreno 3 de octubre 

DELIVER ME FROM NOWHERE (SCOTT COOPER, 2025)

Protagonizado por Jeremy Allen White (The Bear), se basa en el libro de no ficción publicado por Warren Zane en 2003 para retratar a Bruce Springsteen durante el proceso de grabación de Nebraska (1982), el álbum que publicó después de alcanzar el cielo con The River (1980). Compuesto de 10 baladas folk desnudas y servidas en crudo –las grabó en su propio dormitorio–, hoy es considerado su trabajo más personal.

Foto: Mark Seliger. © 2024 20th Century Studios

 

Estreno por confirmar 

CONTROL (ANTON CORBIJN, 2007)

Corbijn, en su día fotógrafo oficial de Joy Division, repasa la trayectoria de la banda desde sus inicios hasta que su líder, Ian Curtis (interpretado por Sam Riley), decidió suicidarse. Enfermo de epilepsia y depresión, atormentado por el fracaso de su matrimonio, aturdido por las confusas olas de violencia y nihilismo que su música había provocado y aterrorizado por la celebridad, el cantante se ahorcó el 18 de mayo de 1980.

MARIA CALLAS (PABLO LARRAÍN, 2024)

Rememora los días que la soprano griega pasó en París justo antes de morir de un ataque al corazón en septiembre de 1977, prácticamente encerrada en su residencia y acosada tanto por su celebridad como por los recuerdos de su madre y de su ex amante Aristóteles Onassis, su necesidad patológica de adoración, su adicción a los barbitúricos y la pérdida inexorable de su bien más preciado: su voz. Angelina Jolie se transforma en la diva.

I’M NOT THERE (TODD HAYNES, 2007)

Mezcla de docudrama impresionista y ensayo poético, no sólo no pretendía ser el texto definitivo sobre la vida de Bob Dylan, sino que rechazaba con furia el léxico del biopic. Manipula el vestuario, las canciones y un torrente caleidoscópico de referencias y estilos para capturar la(s) personalidad(es) no de un hombre, sino de una idea. Lo que deconstruye no es el mito, pues, sino nuestra necesidad del mito.

THIS IS SPINAL TAP (ROB REINER, 1984)

Obra de culto absoluta, pionera de ese subgénero conocido como mockumentary que convierte la realidad en parodia, observa la desastrosa gira de conciertos por EE UU de una decadente banda británica de heavy metal. Desde su estreno fue aclamada por Eddie Vedder, Ozzy Osbourne y numerosos rockeros más; por muy caricaturesca que parezca, aseguran, la película es más documental que ficción.

24 HOUR PARTY PEOPLE (MICHAEL WINTERBOTTOM, 2002)

Mezcla con extraordinaria soltura lo real y la más descerebrada fantasía mientras efectúa un recorrido frenético por la escena musical de Manchester entre finales de los 70 y principios de los 90 a través de bandas como Joy Division, A Certain Ratio, New Order y Happy Mondays y, sobre todo, del hombre que las catapultó al éxito: el fundador del sello Factory Records, Tony Wilson.

BIRD (CLINT EASTWOOD, 1988)

Acompaña a Charlie Parker (Forest Whitaker) desde su llegada a Nueva York en 1940, mientras su fama crece a la vez que sus adicciones. Retratado como una suerte de matemático del saxofón de tendencias baudelaireanas, el jazzman hace de su existencia una oposición entre dos proyectos vitales complementarios: mientras el hombre fallido se dirige velozmente hacia la tumba, el músico es aupado hasta la inmortalidad.

LAST DAYS (GUS VAN SANT, 2005)

Imagina qué hizo el líder de Nirvana, Kurt Cobain (encarnado por Michael Pitt), durante los dos o tres días que precedieron a su decisión de ponerse una escopeta en el mentón y apretar el gatillo. Lo vemos caminando –en sentido tanto literal como figurado– hacia su muerte, arrastrando un cuerpo narcoléptico que, incapaz de asimilar la responsabilidad no deseada que el título de portavoz generacional conlleva, se transforma en cadáver.

LA ESTRELLA AZUL (JAVIER MACIPE, 2023)

Candidata al Goya en ocho categorías –entre ellas mejor película–, rinde homenaje al que fuera líder del grupo zaragozano Más Birras, Mauricio Aznar (Pepe Lorente). En concreto, se centra en la temporada que el músico pasó en Latinoamérica tratando a la vez de reencontrarse con su vocación y de dejar atrás el fantasma de la adicción, y durante la que se enamoró del ritmo tradicional argentino conocido como chacarera.

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