Hablamos con los hermanos Philippou (‘Háblame’), que convierten a Sally Hawkins en la psicópata que nadie esperaba en ‘Devuélvemela’: “Muchas escenas conservan el espíritu de nuestra etapa inicial en vídeos de Youtube”

Hablamos con los hermanos Philippou (‘Háblame’), que convierten a Sally Hawkins en la psicópata que nadie esperaba en ‘Devuélvemela’: “Muchas escenas conservan el espíritu de nuestra etapa inicial en vídeos de Youtube”

Devuélvemela

Al otro lado del mundo, los gemelos Danny y Michael Philippou (Adelaida, 1992) han cambiado las reglas del cine de terror. Los vídeos de su canal de YouTube RackaRacka se hicieron virales combinando un sentido del humor gamberro y bobalicón con trucos visuales típicos del cine gore y escenas de acción domésticas. Su debut como directores con Háblame (2022) demostró que su público de redes sociales estaba dispuesto a seguirles también hasta los cines, convirtiendo esta película de bajísimo presupuesto en uno de los mayores éxitos del estudio A24. Con la secuela ya prácticamente lista, antes estrenan Devuélvemela, una historia de terror en la que se han atrevido a adentrarse en un lugar más oscuro y a trabajar con una actriz de renombre, Sally Hawkins. Todo sin perder la frescura que este par de chiflados contagia también en una entrevista.

Devuélvemela llega después de un éxito como el de Háblame. ¿Cómo habéis llevado la presión y las expectativas generadas por vuestra anterior película?

Danny: Es curioso, porque tanto Háblame como Devuélvemela surgieron a la vez. Comparten ese mismo ADN y de alguna manera podrían coexistir en un mismo mundo. Las vemos como películas hermanas, de hecho. Hasta hemos tenido esa misma sensación de estar empezando de nuevo, de enfrentarnos a los mismos problemas como directores. La diferencia es que esta vez los del equipo ya nos tomaban en serio, aunque nosotros siguiéramos pensando que estábamos nadando en una zona en la que no hacíamos pie.

Aunque mantenéis vuestro característico sentido del humor, esta vez la historia es mucho más siniestra que gamberra. ¿Era algo que os interesaba explorar?

Danny: Queríamos hacer otro tipo de película de terror, no nos apetecía repetir lo que ya habíamos probado, así que optamos por un tipo de energía y enfoque que nos llevase a otro lugar. Sabemos que podemos resultar impactantes, conseguir golpes de efecto, pero esta vez nos apetecía generar una especie de bola de nieve, una espiral que perdiera el control y provocase momentos más sorprendentes todavía.

Michael: En Háblame todavía me daba un poco de miedo dirigir actores. Las escenas de acción me resultan muy cómodas de hacer, pero cuando se trata de poner a dos personajes hablando entre ellos sentía un poco de parálisis, y era algo que necesitaba afrontar para ser un director más fuerte, más sólido. Hasta hace poco creía que esta era mi única oportunidad de hacer una película, así que lo hacía como si fuera la última vez, de una forma muy inconsciente. Sin embargo, ahora veo que tengo que enfrentarme a todo lo que me da miedo para poder seguir haciéndolas.

Es la primera vez que trabajáis con una estrella internacional, como es Sally Hawkins, dos veces nominada al Oscar. ¿Siempre la tuvisteis en mente?

Danny: Estábamos obsesionados con las películas psycho-biddy de los 60, y buscábamos a alguien que pudiera dar tanto miedo como Bette Davis en ¿Qué fue de Baby Jane? Sally era la primera de nuestra lista, pero nos parecía imposible que aceptara. No había hecho películas de terror y creíamos que era un género que no le interesaría. Igualmente, le enviamos el guion por si acaso, lo leyó y conectó profundamente con el personaje. Hicimos una videoconferencia, charlamos un rato y, como en un sueño, nos dijo que quería hacer la película.

¿Y cómo fue la experiencia de dirigir a una actriz con ese bagaje y talento?

Michael: Increíble, la queremos muchísimo. Creíamos que sería uno de esos egos tremendos de Hollywood, pero enseguida vimos que era una mujer normal, que entendía todo perfectamente y que, por encima de todo, era una actriz impresionante, capaz de interpretar hasta lo más sutil. Verla trabajar cada día en el rodaje era una pasada, no se guardaba nada y se dejaba la piel en todas las escenas. Lo duro vino luego en el montaje, cuando nos tocaba elegir con qué toma nos quedábamos, porque todas eran maravillosas y diferentes.

¿Rodar escenas gore es tan divertido como parece?

Danny: ¡Por supuesto! Uno de los niños protagonistas, Jonah [Wren Phillips], desde luego se lo pasó genial cuando le tocó hacer una de las cosas más terroríficas que había en el guion.

Michael: Cuando éramos unos críos también era con lo que más disfrutábamos. Es lo extraño del cine, que algo que resulta terrorífico a través de la cámara, en el plató pueda llegar a ser tan divertido. Será porque no es como en la vida real, no es de verdad.

Devuélvemela conecta con algo muy doloroso que vivisteis, el duelo de vuestra prima al perder a su hijo de dos años.

Michael: Para nosotros escribir tiene que ver con mostrar lo que te hace vulnerable, es lo que te hace sentir más cerca de la realidad. También perdimos a un amigo antes de la producción y eso afectó al guion, porque necesitábamos procesarlo. Escenas que estaban concebidas para dar miedo pasaron a ser dramáticas, que era lo que en ese momento sentíamos.

Ahora que ya habéis rodado dos películas, ¿se echa de menos algo de vuestra época inicial haciendo vídeos para YouTube?

Michael: En realidad hay muchas escenas de Devuélvemela que conservan ese espíritu. Hay una en la que Laura [Sally Hawkins] tiene que limpiar la casa en 10 minutos y lo hicimos como lo habríamos hecho entonces.

Danny: Hemos pasado de hacer Háblame en cinco semanas a rodar Devuélvemela en ocho, pero todavía estamos trabajando con equipos pequeños, buscando el equilibrio entre la libertad total que teníamos y las ventajas de contar con más medios. Por ejemplo, hubo otra escena que se nos ocurrió para Sally en la que estábamos solos ella, nosotros y el cámara, más o menos como solíamos hacer nuestros vídeos de YouTube.

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