Una charla con Ben Affleck y Jon Bernthal, que repiten como protagonistas y se reencuentran como hermanos en ‘El contable 2’: “Hacernos amigos es la mayor alegría de esta experiencia”

El contable 2

Nueve años después de la primera parte, El contable 2 reúne a casi todo el equipo original: el director Gavin O’Connor, el guionista Bill Dubuque y sus dos protagonistas Ben Affleck y Jon Bernthal. Esta vez su relación fraternal será el centro.

Detrás de la apariencia del desprevenido contable empleado del crimen organizado, para quien resolvía fraudes financieros y problemas fiscales por grandes honorarios, se escondía una máquina de matar. Interpretándolo, bajo la dirección del director Gavin O’Connor (Warrior), estaba un impasible y deliberadamente mono-expresivo Ben Affleck, perseguido tanto por agentes de Hacienda con Ray King (J.K. Simmons) al frente y por la agente de élite Marybeth Medina (Cynthia Addai-Robinson) como por un mercenario letal llamado Braxton (Jon Bernthal), pagado para eliminarlo, y que sólo hacia el final (¡ojo!) se descubrió que en realidad era su hermano.

Llevó más tiempo del esperado, pero ahora El contable 2 se ha convertido en una realidad. El reparto es el mismo, con la incorporación de algunas nuevas entradas que sustituyen a aquellos personajes que al final de la primera película no lo lograron o estaban destinados a continuar su propio camino. Y si el director es el mismo, también lo es el guionista, Bill Dubuque.

Y entre todos, el respeto hacia la forma en la que tratar el autismo del personaje principal ha sido de nuevo lo primero. “Seré sincero”, confiesa O’Connor vía videollamada desde el jardín de su casa. “Cuando se estrenó la primera película, hubo gente que nos acusó de no haber entendido adecuadamente el tema. Y, sin embargo, Bill lo había estudiado a conciencia y estuvimos rodeados en todo momento, tanto antes del rodaje como en el propio set, de expertos. De hecho, en las primeras proyecciones de prueba sólo recibimos opiniones positivas”.

El director se pone serio sobre el asunto para dejar claro a continuación que también han sido “muy rigurosos en El contable 2”. “Casi todos los niños que se ven en la película son neurodivergentes o están dentro del espectro. Antes de empezar a rodar les preguntaba a todos: ‘¿Cómo harías esto? ¿Y esto otro?’. Quería que fueran simplemente ellos mismos. Y eso fue lo que hicieron. Se trataba de hacerlos sentir cómodos para que no actuaran y fueran naturales, lo cual fue muy fácil, honestamente”.

Si algo ha cambiado en esta segunda parte es la propia naturaleza del filme: no se trata de una secuela tradicional, sino de un segundo capítulo que en cierto modo se distancia de su predecesor y sienta las bases para una tercera película. Es decir, que El contable 2 sería sólo un interludio o “una película de transición”, como la define Gavin O’Connor.

BROMANCE

Mucho han pasado hasta llegar a este estreno y este intermedio. Hay quienes, como Jon Bernthal, que repite como Braxton, el hermano de Christian, el protagonista, casi perdieron la esperanza en el camino. “Creo que ocho años lo dice todo, tanto para mí como para mi personaje”, comenta el actor, famoso por las series The Walking Dead y Daredevil, sentado junto a Ben Affleck durante el pasado festival SXSW en Austin, donde la película tuvo su estreno mundial. “Han sido ocho años de espera, de decepción, de frustración y en los que Brax y yo nos preguntamos: ¿hice algo mal? ¿por qué tanto tiempo?. Hoy agradezco esta espera, porque ha representado una especie de gran pozo emocional en el que puedo sumergirme”.

Es más, toda esa espera se vio recompensada, ya que en El contable 2 el personaje de Brax adquiere mayor importancia, hasta el punto de infundir al filme una atmósfera casi de bromance en la que dos hermanos se reencuentran y aprenden a quererse.

Ben Affleck, a su lado, lo reitera, sintiendo una profunda y sincera amistad hacia Bernthal. “Entre los dos personajes, hay una distancia importante que salvar y que no es fácil de resolver. En cierto sentido, es aún más difícil que deshacerse de los numerosos enemigos armados que están ahí fuera y que quieren matarnos”, explica el actor. “Esos son los retos contra los que todos tenemos que luchar en nuestra vida diaria. Y la belleza de la película es que Jon es auténtico en su fuerza física, su grandeza y su habilidad, pero también  es auténtico en su vulnerabilidad y su humanidad. Es un aspecto que no encontramos muy a menudo en este tipo de películas. La elección de Jon fue brillante y, en mi opinión, eso es lo que hace que la película sea genial”.

Hay dos momentos cruciales que transmiten estos sentimientos que describen los actores. El primero es un enfrentamiento entre Chris y Brax en el techo del remolque, hogar de Chris, y que luego sirve como preludio a la siguiente escena cuando los dos hermanos van a relajarse al bar con música country. Aquí, los dos, cada uno a su manera, se dejan llevar quizás por primera vez. Chris siente empatía hacia los demás, especialmente hacia una mujer que lo invita a bailar. Brax se emociona al ver a Chris finalmente  liberándose y dejándose ir. “Ver a Ben, es decir Chris, bailar así, fue tan maravilloso que todo tuvo sentido. Me conmovió verlo”. Y a Ben Affleck le ocurrió lo mismo: “Para mí lo principal de esta secuela fue sobre todo la posibilidad de interactuar más con Jon. Hacernos amigos ha sido la mayor alegría de esta experiencia”.

El contable 2, no obstante, es mucho más, empezando por el elemento criminal que aquí implica tráfico de personas de México a EE UU y una red de prostitución, trama en la que entra el personaje de Anais, la despiadada asesina latina interpretada por Daniella Pineda (Jurassic World: Dominion). “No todos los días ves a un antihéroe latino o mexicoamericano en una superproducción de acción como esta. A medida que conoces a este personaje, te solidarizas con lo que le ha pasado. Por eso, con lo que está ocurriendo en el mundo, me siento honrada de haber interpretado a Anais”, dice la actriz.

A su lado, o mejor dicho contra ella, regresa Marybeth Medina, interpretada de nuevo por Cynthia Addai-Robinson. “Ahora es un personaje por derecho propio”, reflexiona. Y las dos actrices advierten y aconsejan: “Esta es una película en la que hay que prestar atención porque es muy fácil perderse. Es como un rompecabezas. De hecho, es mejor verla dos veces”.

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