Este vestido ha levantado polémica. Tras el estreno de Dune: Parte 2 hace unos días, no sólo se habló (mucho) del vestido futurista que lució Zendaya, sino que también causó revuelo el elegido por Anya Taylor-Joy a la que ahora acusan de disfrazarse de «musulmana».
La actriz llegó por sorpresa a la alfombra roja de la nueva película de Denis Villeneuve: hasta entonces, nadie sabía que formaría parte del reparto junto a Timothée Chalamet, Rebecca Ferguson, Austin Butler y todos los demás. Sin embargo, más que sobre su posible papel, se habló mucho en Internet sobre el vestido que llevaba.
Anya Taylor-Joy apareció con un Dior que recordaba a la colección nupcial de primavera de 1961 de la famosa marca, un vestido blanco que evocaba el burka y el hiyab musulmanes. Para algunos, una apropiación cultural imperdonable: «Hacen cosplay de una mujer musulmana pero nunca hablan en su favor» es uno de los comentarios escritos en las redes sociales y recogidos por publicaciones como el Daily Mail y el Independent.
La discusión gira en torno al concepto de orientalismo, esa tendencia occidental a imitar aspectos del mundo oriental, pero en este caso, el tema religioso también se coló. «Una mujer blanca que lo lleva está de moda, una chica negra o musulmana está oprimida», se lee en los comentarios, muchos de ellos destacando este doble rasero. Y de nuevo: «Así que la modestia en el vestir sólo es opresiva cuando la practican mujeres musulmanas, entendido».
Algunos incluso intentaron calmar las aguas, para señalar que, como en el caso del vestido de Zendaya, probablemente haya una razón detrás de esta elección que va más allá del deseo de emular ese tipo de cultura, pero eso no impidió que muchos otros usuarios arremetieran contra Anya Taylor-Joy: «Puede llevar este vestido y aparecer en público sin sufrir repercusiones personales o profesionales o religiosas», volvía a señalar un usuario.
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