Llúcia Garcia y Mitch protagonizan ‘Romería’: “Es una gran responsabilidad interpretar un papel así. Te pone los pies en la tierra”

Llúcia Garcia y Mitch protagonizan ‘Romería’: “Es una gran responsabilidad interpretar un papel así. Te pone los pies en la tierra”

Llucía García y Mitch Martín

Con algo de experiencia como actor como actor y, sobre todo, como músico, Romería es el primer protagonista para Mitch, un papel con el que se ha enamorado por completo de la interpretación. Llúcia Garcia es Marina. Carla Simón se vio a sí misma en ella e interpreta dos papeles en la película. Hablamos con los dos actores.

Llúcia Garcia

Lúcia Garcia volvía de unos campamentos, con su mochila a cuestas, y la pararon: “Me dijeron que estaban haciendo este casting para la película de Carla Simón… y yo, vale”, cuenta con absoluta tranquilidad. Al día siguiente se presentó allí, le pidieron varias improvisaciones, pero sobre todo que fuera ella misma reaccionando a lo que le iban planteando: una discusión con una tía, alguien que le echaba la bronca… Fue al casting, por probar, por divertirse, jamás había pensado hasta ese momento en ser actriz, en dedicarse a algo de esto. “De pequeña hacía teatro, pero como de extraescolar”, cuenta, y ni siquiera ahora, como la protagonista de la nueva película de Carla Simón, Romería, después de haber pasado por la alfombra roja de Cannes y ante los meses que le quedan por delante de promoción y premios, se plantea seguir por ese camino.

El año pasado empezó Filosofía y este año, de momento, lo que sabe es que se pasa a Antropología. “Pero voy a hacer lo que pueda”, admite. “Porque con la promo y todo…”. Después de un casting que hicieron extensísimo, por Instagram, por institutos, por la calle… a Llúcia la encontraron hacia el final y cuenta que Carla Simón se decidió por ella después de preguntarle cuál era su mayor miedo. “Mi respuesta fue ser o parecer tonta”, cuenta. “Aparte de que me sentí absolutamente identificada, porque es algo que podría haber contestado yo de joven”. “Porque yo era consciente de que daba una imagen que muchas veces no coincidía con lo que yo luego podía hacer, ahí me dio una pista de que es alguien que parece una cosa, pero puede ser otra”, explica la directora. “Ahí pensé que también podría hacer de la madre”.

Romería es una historia en dos tiempos: los 2000, cuando Marina llega a Vigo a conocer a su familia paterna, y los 80, cuando se nos revela, de una manera poética, la relación entre los padres de Marina. Llúcia Garcia interpreta a ambas, a la Marina de los 2000 y a la madre de Marina en los 80. Y, a pesar de ese doble personaje, que trabajó mucho con Carla y la hermana de esta, Berta, su coach, en extensos ensayos, lo más complicado que recuerda del rodaje fueron las escenas en las que tenía que enfadarse. “Porque me cuesta mucho enfadarme y como tener mal genio”, se ríe ahora. Eso era precisamente una de las claves que Carla Simón buscaba no solo en el personaje de Marina sino en toda la mirada de la película, que no juzga a ninguno de sus personajes. No quería que fuera una adolescente enfadada, “y Llúcia daba eso”, admite la directora. “Cuando la conocí pensé que tiene como esa magia y esa luz de alguien que está dispuesta a hacer cualquier viaje, pero desde la tolerancia”. Y, sí, la calma y curiosidad con la que Llúcia se presenta ahora ante todo lo que la está pasando así lo transmite.

Mitch

A diferencia de Llúcia Garcia, Mitch entró muy pronto en las pruebas para Romería. A propuesta de la directora de casting María Rodrigo, el músico y cantante tenía una actitud y un físico que “encajaba muy bien en el pasado” de ese doble personaje que debía interpretar. En los 2000 es Nuno, el hijo mayor de Lois, el tío de Marina al que interpreta Tristán Ulloa, y quien le revela más cosas sobre el pasado de su padre; en esos 80 de ensoñación, “en ese juego de espejos”, es el padre de Marina reviviendo momentos felices y también difíciles.

El tono de esta parte imaginada fue de las cosas más trabajadas por todos “para que no quedara algo demasiado romantizado e idealizado de este pasado, ni que estuviera juzgando, ni que fuera demasiado duro”, explica Carla Simón. Mitch lo entendió muy bien, se preparó el papel conociendo a adictos a la heroína y, además, por “amigos íntimos conocía bien esa época”. “Yo tengo mucha influencia de esa época, de lo que fue el caballo, de lo que fueron las drogas en este país sobre todo a través de la música, porque las letras que he escuchado toda mi vida son de gente totalmente destrozada por una realidad en la cual ellos han sido olvidados”, explica. Y, por eso, siente “una gran responsabilidad de interpretar un papel así”. “Te pone los pies en la tierra y te hace madurar”, dice.

Para Mitch (sólo Mitch), aunque la música es “algo necesario” y donde primero encontró su forma de expresarse, la interpretación estaba ya presente en su vida, Romería no es su primer trabajo como actor. “Yo hice mi primer cortometraje con 16 ó 17 años. Luego hice una serie de televisión y un par de cortos más. Pero lo de actuar me llegó así de repente de ‘oye, ¿te molaría hacer esto?’, lo hice y me flipó”, cuenta. “Me flipó todo lo que es crear un personaje, y sobre todo, después de este proyecto”. Aunque fue de los primeros en empezar a hacer pruebas con Carla Simón, tardaron “siete u ocho meses” en darle el papel. En ese tiempo, estaba trabajando en un bar, mientras seguía tocando y creando su música. Ahora, este verano, compaginará la grabación de su disco, con bolos y la promoción de la película. ¿Y después? Lo que venga. “Odio el concepto de artista, me gusta considerarme un buscavidas porque no se me caen los anillos, si tengo que currar en un bar, lo hago, si tengo la oportunidad de seguir interpretando papeles, pues ojalá… Ojalá esté toda mi vida actuando y sobre un escenario”.

También te puede interesar:

© REPRODUCCIÓN RESERVADA