Crítica ‘007: Camino al millón’

007

★/★★★★★

Brian Cox ha reconocido que se unió a 007: Camino al millón pensando que era la nueva película de James Bond. Su confusión a la hora de acercarse al proyecto es compartida.

El departamento de P&A lo ha vendido como una serie original de Amazon encabezada por un nuevo villano, alias El Controlador. Sin apenas mucha más información, lo que se espera encontrar es una ficción y no un reality show. Aún así, durante su primer episodio, el desconcierto continúa por la mezcla de factores. No se sabe con claridad si los protagonistas son personas o personajes.

007: Camino al millón se sitúa entre el documental, con materiales de archivo y entrevistas; y la ficción, claramente guionizada y con el ya mencionado actor de la conocida Succession. A lo que se suma el tratamiento cinematográfico y la música real de Bond.

Esta mezcla de semificción no juega a su favor.

A lo largo de la temporada nueve parejas recorren el mundo con el objetivo de ganar un millón de libras. Recorren lugares emblemáticos de la saga, desde Venecia a Jamaica, quizá su mayor atractivo para los fanáticos de Bond porque el formato en si no ofrece nada nuevo. Similares son: The Amazing Race o Pekín Express.

En un momento dado, la voz en off de Brian Cox explica que los concursantes son un reflejo de la sociedad británica actual. Se trata de padres e hijos, hermanos, compañeras de trabajo, parejas, etc. Resulta escalofriante ver cómo una de ellas es un claro ejemplo de machismo. Él, que reconoce no saber conducir un coche si no es en automático, no duda ni un instante en que sea su mujer (a la que tiene relegada) la que coja una tarántula, se suba a una grúa o se meta en un recinto con cocodrilos. Pero todo ello pasa inadvertido.

Sin saber aún quién será el sustituto de Daniel Craig, una grata sorpresa para todos sería que fuese interpretado por una mujer.

Lo mejor: Pasapalabra

Lo peor: Que seguramente haya segunda temporada

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