50 años después del estreno de la serie original, Heidi. El rescate del lince, una coproducción hispano-alemana, rescata la rebeldía de la niña y su amor por la naturaleza.
★★★
La historia original tiene más de 100 años. Fue en 1880 cuando la escritora suiza Johanna Spyri creó el personaje de Heidi, la niña huérfana enviada a vivir en las montañas de los Alpes con su abuelo cascarrabias. La dulzura y extrema curiosidad de la pequeña, su energía incansable y simpatía, consiguieron ablandar al viejo y también a muchos y muchos niños y niñas que redescubrieron al personaje cuando se empezó a emitir hace justo medio siglo ahora la primera serie animada. Creada en Japón, recorrió el mundo y se repuso tantas veces que, probablemente, todos la hayamos visto alguna vez. Y si no hemos visto la original, hemos visto alguna de sus nuevas versiones a lo largo de los años, también en pantalla grande, como la nueva película que llega ahora a los cines, una coproducción hispano-alemana (en la que ha trabajado la productora canaria 3Doubles, autores de SuperKlaus), que se mantiene muy fiel al espíritu original de la serie y del personaje (incluyendo la canción original, Abuelito dime túuuuu).
Heidi es invitada a ir de vacaciones con su amiga Clara, pero mientras llega la fecha indicada, un ambicioso y oscuro empresario se presenta en su pueblo con el proyecto de construir un aserradero. Sólo el abuelito de Heidi se resiste a ello, convencido de que destruirá la belleza del lugar que habitan. En esas, la niña y su inseparable amiga Pablo rescatan a una cría de lince de una trampa y deciden cuidarlo y devolverlo con su madre a los picos de las montañas, en su aventura descubrirán con sus propios ojos el mal que hace la mano del hombre que no ama la naturaleza.
La película, como ya lo era la serie, es una defensa del cuidado del monte y del medio rural y, precisamente, hoy, este verano, nos viene mejor que nunca que nos recuerden cómo evitar que el campo se destruya y se queme, echando a sus habitantes animales. Entretenida para los niños pequeños porque Heidi sigue siendo igual de simpática.
© REPRODUCCIÓN RESERVADA