Crítica ‘Griselda’ (Piloto)

Crítica Griselda

★★½/★★★★★

Griselda narra la vida real de la inteligente y ambiciosa empresaria colombiana Griselda Blanco, creadora de uno de los cárteles de la droga más rentables de la historia. Madre abnegada en el Miami de los años 70-80, la letal mezcla de encanto e insospechado salvajismo la ayudó a desenvolverse con pericia entre la familia y los negocios, lo que la llevó a ser muy conocida como la ‘Viuda Negra’ o ‘la Madrina de la Cocaína’.

Con la enésima serie sobre narcos colombianos de Netflix pasa un poco lo de siempre: que dan ganas de gritar ya basta. Visto el piloto de Griselda, poco puede reprocharse al producto a nivel de empaque: diseñada al milímetro, no hay un pero que ponerle a la serie en cuestión de ambientación, fotografía, banda sonora, manejo del tiempo y del espacio. Tampoco en tanto que pasatiempo: su guion está perfectamente delineado para que el espectador sienta y piense lo que debe sentir y pensar en cada momento. Todo muy profesional.

El problema (como sucede con tantos productos de streaming producidos en cadena apoyándose en la moda de turno) es el tufo que desprende a cosa ya vista, a maquinaria robótica, a simulacro cinematográfico (y no tanto temática, que poco importa, sino formal y discursivamente). También la impresión de que sus creadores no tienen mucho que decir acerca de nada: muy lejos de aquí quedan aquellas miradas socarronas y cargadas de bilis que De Palma o Scorsese, más desde el juego con los códigos fílmicos que desde la pura narración literaria, supieron arrojar sobre el narcotrafico en algunas de sus mejores películas. De todas formas, tiempo al tiempo: veremos qué deparan los cinco episodios restantes.

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