Pisa lento, pero seguro. Ya señalado por algunos medios internacionales como “el nuevo Brad Pitt”, Leo Woodall desciende de una saga de actores que se remonta al cine mudo, aunque hasta ahora no tenía claro que quisiera seguir sus pasos.
Su carrera catapultó al éxito con The White Lotus y ya tiene grandes planes para 2025, empezando por Bridget Jones: Loca por él.
Nacido en Londres, su nombre completo es Leo Vicent Woodall y con sólo 28 años se perfila como una de las estrellas del momento y ya podemos descartar que estemos hablando de un one-hit wonder de la interpretación. No ha tenido tiempo de labrarse una larga trayectoria, pero ha empezado pisando en tierra firme y prácticamente no se había puesto delante de las cámaras cuando llegó su primer gran éxito.
Pero empezamos por el origen, uno muy muy lejano, ya que Woodall es descendiente directo de Maxine Elliott, una de las actrices más conocidas del cine mudo de la década de 1890. El asunto no queda en anécdota, ya que su madre se formó para ser actriz, su padre es el actor Andrew Woodall (Belle) y, como no todo va en la sangre, su padrastro es el reconocido actor secundario Alexander Morton (Valhalla Rising).
Aún con esta ascendencia a sus espaldas, el actor ha reconocido que tuvo que venir otro intérprete al que ni si quiera conocía para convencerle de su destino. Hablamos de Jack O’Connell y su personaje de James Cook en la mítica serie Skins. Woodall cuenta que su interpretación le enganchó de inmediato y le hizo plantearse un futuro en el oficio.
LLEGAR Y BESAR EL SANTO
Dicho y hecho. Tras varias y breves apariciones, con un personaje muy secundario en Cherry, de los hermanos Russo (2021), y conseguir colarse en un par de episodios de Vampire Academy (2022), estaba (como todos) en pleno enganche con la serie The White Lotus cuando se enteró de las audiciones para la segunda temporada.
Nada más ver el vídeo de la prueba, el creador y director Mike White le llamó: quería verle. Y así Leo Woodall se metió en la piel de Jack, un joven seductor que sólo tenía una intervención secundaria como ligue de una de las protagonistas (Haley Lu Richardson), pero que protagonizó uno de los grandes giros de la serie.
En una entrevista con The Hollywood Reporter recordaba la reacción de su hermano al ver la escena: “Estaba con mi hermano cuando se emitió y grabé su reacción porque él no tenía ni idea de lo que iba a ocurrir. Se quedó como: ‘Ay Dios, ¿qué está pasando?”. Eso mismo debió de pensar él cuando le comunicaron que formaría parte del reparto, porque, tal como explicó a The Guardian, no se esperaba para nada que la primera puerta a la que llamaba fuera a abrirse: “Es un show de estrellas y yo no era una estrella. Ni siquiera era alguien que hubiera hecho televisión antes”.
Tampoco imaginaba todo lo que vendría después. Leo Woodall no alcanzó a pensar en lo bueno: que allí iba a conocer a su actual pareja, la actriz y compañera de reparto durante los meses de rodaje, Meghann Fahy (Daphne Sullivan en la serie), ni en lo malo: que, a pesar de su exhaustiva discreción, la prensa acabaría por descubrir la relación. Desde entonces, la vida privada del actor es de interés mediático y los titulares ajenos a sus trabajos se han multiplicado, pero él lo relativiza: “He experimentado migajas de lo que la gente realmente famosa vive”, contó en The Guardian, donde recordaba algunas situaciones vividas desde entonces con paparazzi.
EL ÚLTIMO FENÓMENO DE NETFLIX
Como un efecto mariposa, esa primera pero certera aparición estelar le llevó directamente a ser el protagonista de uno de los últimos fenómenos de Netflix . Aún en el rodaje de The White Lotus, se presentó al casting de Siempre el mismo día, que le consolidó como una estrella en ciernes, una de las apuestas más seguras de la industria anglosajona. Esta serie romántica, en la que compartía reparto con la británica Ambika Mod, adaptaba el libro homónimo de David Nicholls que ya fue llevado a la gran pantalla en 2011 protagonizada por Anne Hathaway y Jim Sturgess. En la serie, Woodall interpretaba a Dexter y Mod, a Emma, la pareja que se encuentra el 15 de julio en cada uno de los 14 episodios.
“Trato de no dejar que se me suba a la cabeza”, aseguraba el actor en una entrevista. “¿Y si esto ocurriera?”, le preguntan. “Sería un hijo de puta insoportable”, admite. A Woodall le queda por delante un buen trabajo de humildad para poner los pies en la tierra, porque su carrera está lejos de entrar en horas bajas. 2025 viene lleno de grandes proyectos para él.
Primero le veremos como protagonista en la serie Prime Target ( desde el 22 de enero en Apple TV+), producida por Ridley Scott y en la que se meterá en la piel de un joven y brillante postgraduado en matemáticas que, junto a una agente gubernamental, le sigue la pista a una inquietante conspiración.
Poco después, llega su primer papel relevante en cine en uno de los regresos románticos más esperados de la temporada: Bridget Jones: Loca por él (estreno en cines 7 de febrero). Woodall es Roxster, el nuevo interés amoroso de la protagonista que dio fama a Renée Zellweger. La diferencia de edad entre los dos será uno de los hilos argumentales de la nueva entrega que encuentra a Bridget viuda, luchando con la conciliación y con el siempre omnipresente y seductor Daniel Cleaver (Hugh Grant).
Más adelante en 2025, sin fecha aún confirmada, Woodall estrenará Nuremberg, adaptación del libro El nazi y el psiquiatra, de Jack El-Hai, que relata la historia oculta de las aterradoras entrevistas mantenidas entre psiquiatras y doctores aliados con los altos cargos del Tercer Reich y donde compartirá escenas con un reparto estelar: Russell Crowe, Rami Malek, Michael Shannon, Richard E. Grant…
Tenemos Leo Woodall para rato mientras él acaba de asimilar todo lo que le está pasando. En una entrevista reciente con Forbes, el actor confesaba que aún tiene la mente puesta en esa llamada para The White Lotus que sirvió como detonante de lo que hemos visto hasta ahora y veremos en los próximos meses. “Me di cuenta de que algo había pasado aquí, como si las estrellas se hubieran alineado ahí arriba. Cada vez que suena ese tema musical al principio de cada episodio, se me pone la piel de gallina y no puedo creer que forme parte de esto”.
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