Por Irene Crespo
¿Cómo superarán los cazas sobrevolando La Croisette al ritmo del mítico tema de Top Gun? Indiana Jones y su troupe tienen un gran reto por delante. Top Gun: Maverick y Elvis fueron los dos grandes estrenos-evento del año pasado en Cannes y cumplieron con creces las expectativas de espectáculo puestas en ellos. Aplaudidos tras la proyección, apoyados por la crítica, comenzaron en el Palais un camino de buena (buenísima e histórica en el caso de la peli de Tom Cruise) taquilla y premios, ambos títulos se colaron en la categoría de Mejor película en los Oscar.
Este año, Indiana Jones y el dial del destino y Killers of the Flower Moon, de Martin Scorsese son los dos grandes títulos presentados fuera de competición y rodeados de toda la fanfarria hollywoodiense, de la buena, de la que tiene admiradores en todos los rincones cinéfilos.
La de Indiana Jones es la quinta película. Vuelve Harrison Ford, claro, con sus 80 años actuales y rejuvenecido tecnológicamente para unos flashbacks. Y le acompaña Phoebe Waller-Bridge, heroína feminista y cómica después de Fleabag. También están Mads Mikkelsen, como villano, y Antonio Banderas, de colega. Spielberg se bajó del carro de la dirección, pero se la confió a James Mangold por su buen hacer en Logan. Tenemos esperanza y confianza, es fácil que sea mejor que la decepcionante anterior entrega, Indiana Jones y el reino de la calavera de cristal (2008).
Aunque siendo sinceros, más esperamos de Scorsese y su adaptación de la novela histórica de David Grann (autor también de Z, la ciudad perdida que adaptara James Gray en 2016). La trama se sitúa en la reserva de los nativos Osage, en Oklahoma, que en los años 20 del siglo pasado se hicieron ricos por estar asentados sobre yacimientos petroleros. Gira alrededor de las misteriosas desapariciones de mujeres de la época y del nacimiento del FBI. Muchos elementos para que Marty pueda sacar oro de ahí. Además de contar con Leonardo DiCaprio, Robert De Niro, Jesse Plemons, Brendan Fraser o John Lithgow, y la más novata Lily Gladstone que ya había descubierto Kelly Reichardt en su filme Certain Women (2016).
Además, destaca el estreno de The Idol, la nueva serie de Sam Levinson, el creador de Euphoria. Protagonizada por Abel ‘The Weeknd’ Tesyafe (que también ha participado en su creación) y Lily- Rose Depp (la hijísima de Johnny Depp y Vanessa Paradis), sigue el romance entre sus dos personajes. Ella es una estrella del pop en crisis, él es un empresario de la noche. El pasado oscuro de él será una bomba de relojería para la delicada situación de ella, para elevarla o dejarla caer aún más.
El glamour de La Croisette, por tanto, queda garantizado otra edición más. Mucha estrella americana y europea asegurada entre los estrenos dentro y fuera de competición, más todas aquellas que llegan para apoyar marcas o para pasear palmito. Aunque ante la crisis que viven algunos grandes estudios, se rumorea que las lucidas fiestas y derroches podrían (o deberían) ser más modestos. Veremos. A Cannes bien le gusta una fiesta.
Fotos: Toni Anne Barson y Vittorio Zunino Celotto (Getty Images)